¿Es la ‘plancha’ machista?

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Mujeres sufridas, esposas que les ruegan a sus maridos no dejarlas, amantes que exigen del hombre una respuesta... La música “plancha” rebosa de canciones con dudosas lecturas que subrayan el preponderante machismo en parte del repertorio.

Si bien puede parecer evidente al escuchar Tu muñeca , de Dulce, o A esa , de Pimpinela, para muchos oyentes la asociación no es tan obvia. Conversando con Adrián Céspedes y Ana María Roldán, de Plancha Live, les mencioné que alguna gente califica la “plancha” como machista.

Ella respondió de golpe: “¡Totalmente!”. “¿Cómo, machista...?”, cuestionó él. “¿La plancha? Claro que sí. Algunas canciones, no todas”, matizó Roldán. “A Adrián le digo: ‘Qué raro, todas son sufridas...’.” Adrián dijo: “¡También canto canciones sufridas!. El hombre también se ve sufrir”.

“No solo eso, el grado de codependencia y dependencia es altísimo. No es solo en la época; hoy también se escuchan canciones así”, explicó Roldán. Los de Plancha Live no habían considerado este tema anteriormente. Así, Céspedes concordó con Roldán, y agregó: “Me parece mucho más sexista y machista la música de diez años para acá, (que considera) a la mujer como objeto”.

Se pueden identificar varios “personajes” femeninos en baladas románticas de antaño. Las connotaciones machistas no son nuevas en las letras de canciones populares latinoamericanas: basta escuchar los boleros y los tangos, donde la mujer que no hace caso a la voz masculina es una descarriada.

En la “plancha”, aunque cante la mujer, a veces le ruega al hombre que la acepte de vuelta o que deje a su esposa por ella, la amante.

La posición de la mujer subyugada al hombre rechina en letras como la de Cosas del amor , cantada por Ana Gabriel y Vicky Carr: “Amiga no será que has descuidado / la forma de buscarlo en el amor / quizás la casa, la rutina / se ha convertido en tu enemiga / y está cobrando un alto precio por tu error”.

“La ‘plancha’ está llena de mucho machismo”, admite Laura de León, la “Reina de la Plancha”. “Mis favoritas son las de reivindicación del orgullo femenino”, dice. Son aquellas canciones en las cuales la mujer admite deseo (Noche de copas) o hartazgo de una relación dominante (Ya me cansé).

En el performance de la Reina, la exageración y la distancia temporal les pueden conferir un nuevo significado. “Esas canciones cantan desde el machismo, a veces, porque así era nuestra realidad en ese momento (y aún existe). ‘Ridiculizarlas’ ayuda a neutralizarlas un poco”, considera De León.

Así, como otros fanáticos de esta música, se busca apropiarse de las canciones y reinterpretarlas. Empero, como tristemente rezuma en el cancionero en español, el machismo es ineludible.