El templo de la música: favorito de muchos

El parque josefino se ha convertido en el espacio favorito de la celebración. El Templo de la Música ha sido testigo de varias bodas en el país.

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Construido en 1920, el Templo de la Música se caracteriza por tener una acústica casi perfecta. Según el arquitecto Andrés Fernández, fue diseñado por José Francisco Salazar y se inspiró en el Templo del Amor y de la Música de Versalles. Su construcción le dio continuidad a los habituales conciertos al aire libre que entretenían a los costarricenses de antaño.

“El 24 de diciembre, tenía que haber retreta porque se coronaba a la reina de los Festejos Populares y, faltando tres semanas para esa fecha, se construyó esta obra monumental”, relata Fernández.

Sin embargo, las retretas en el Morazán estaban restringidas para un selecto grupo que se reunía en el barrio Amón, uno de los primeros de San José.

“Había reglamentación sobre el uso del espacio y se definió quiénes podían estar más cerca del parque y quiénes no. Por ejemplo, la clase media podía ubicarse alrededor de la retreta, pero los indigentes no podían acercarse”, añade la historiadora Patricia Fumero.

Aunque se desconoce cuántas bodas se habrán celebrado en el parque Morazán, está claro que la de Doriams y Luis Fernando no es la primera. El 3 de marzo del 2007, Dennis Ávila y Paola Valverde, poetas y dueños del bar josefino El Lobo Estepario, también realizaron su boda en Templo de la Música. “Decidimos casarnos en el Morazán porque es símbolo de un vínculo centroamericano muy fuerte”, contó Ávila, quien dejó su natal Honduras para contraer nupcias con Valverde. “Unimos nuestras vidas en una ceremonia realmente poética”, recordó él.

El permiso

Según informa la Oficina de Comunicación en la Municipalidad de San José, cualquiera puede realizar una boda u otra actividad en un espacio público josefino, pero antes debe obtener el respectivo permiso. Para ello, hay que enviar una carta a la oficina del Concejo Municipal, ubicada en plaza Víquez. En el documento, se debe detallar en qué consiste la actividad, el objetivo, la población beneficiada, el horario y si es gratuita o no. El Concejo se reúne cada martes y será el que apruebe el permiso y defina las pautas para el uso del espacio. Se aconseja hacer el trámite un mes antes para evitar inconvenientes.