El papá de Keylor Navas es inmune a la fama

Las atajadas de su hijo en Brasil 2014 lo hicieron un personaje público, pero Freddy Navas sigue siendo el mismo

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Freddy Navas contesta su teléfono en dos ocasiones durante la entrevista; al otro lado de la línea hablan dos personas diferentes, pero con la misma solicitud: Don Freddy, ¿no tiene una camisa de Keylor que me regale?

Él mide 1,80 metros, cuatro centímetros menos que su hijo, pero las facciones lo delatan; es el padre de Keylor Navas, figura de Costa Rica en Brasil 2014 y actual arquero del Real Madrid.

Hasta hace un año, le tomaba escasos ocho minutos transitar la ruta entre su trabajo, frente a la Asamblea Legislativa, y el Mercado Central, donde la soda Ticolo lo esperaba siempre para disfrutar los partidos de Keylor en su aventura por el Levante –donde militó entre 2011 y 2014– .

Lo mismo fue aquel 14 de junio cuando se encaminó a observar el debut en Brasil de la Sele , y Keylor, ante Uruguay.

Algo tan cotidiano para este alegre señor de 50 años cambió para siempre luego de aquel 3 a 1 en favor de la Nacional. Era 19 de junio y a don Freddy le tomó cerca de media hora llegar a ver el juego ante Italia. La razón: él es uno los responsables de que Keylor exista, la otra es la madre, doña Sandra. Eso los aficionados lo saben agradecer con saludos a cada metro.

“Persona que me veía me paraba para decirme que gracias por el hijo que tengo y por traerlo al mundo. Me abrazaban y yo no sabía quienes eran”, recuerda.

El brillo del ángel guardián del marco tico provocó, por efecto dominó, que su padre tuviera que enfrentarse a situaciones impensables.

Al celular del progenitor comenzaron a entrar llamadas de números desconocidos y su Facebook tiene acumuladas 800 solicitudes de amistad sin responder. Aún así contestaba las llamadas a personas que no conocía pero solo tenían el interés de mandarle una felicitación a Navas por medio de él.

El 29 de junio entró en razón de que ya su número telefónico trascendió fronteras.

Ese día Keylor Navas detuvo un penal en la serie de octavos de final ante Grecia.

Antes del Mundial a este orgulloso papá apenas lo habían entrevistado dos veces, ahora es pan de cada día.

“Recibí llamadas de periodistas de Colombia, España, Uruguay, El Salvador, más todos los de aquí. Ahí dije: ‘pucha, ¿Keylitor sabrá lo que está haciendo?”.

Ofrecimientos

Las muestras de reconocimiento llegaron a ser más notorias cuando Keylor firmó con el Real Madrid.

Don Freddy comenzó a recibir invitaciones a comer, a conocer hoteles de playa, pero hubo dos que no olvida.

“Me llamaron y me comentaron que me ofrecían dos propiedades. Yo les dije: ¿es en serio?– y me respondieron– Sí, venga a conocerlas. Yo no fui”, confiesa.

También ahora el papá Navas tiene cartel de invitado honorario en el Estadio Ricardo Saprissa, club que hizo debutar a su hijo, por lo que no se pierde un partido de los tibaseños.

Tampoco deja la oportunidad de ayudar para así enaltecer un valor familiar: la solidaridad. En nombre de Keylor y el resto de la familia da una mano a dos personas que lo requieren.

“Saco ahí de lo que tengo para darle soporte a una chiquita especial que la mamá no puede trabajar, también a un niño que necesita una silla de ruedas”, expresó.

Freddy Navas tiene claro el mensaje que le dio a Keylor en sus inicios: “uno no es más ni menos que nadie. En la vida todos nacemos y morimos iguales”.

La esencia, por más fama, no se pierde. revistadominical@nacion.com