El deporte se tiró a la calle (literalmente): la fiebre en la nueva ‘normalidad’

Multitudinarios eventos deportivos de días recientes permitieron a cientos de ticos, como protagonistas y aficionados, disfrutar de lo que parece el principio del fin de la pandemia

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Si alguna persona se hubiera perdido en el espacio antes de marzo del 2020 y hubiera reaparecido por Tiquicia el domingo anterior jamás entendería, por más explicaciones, que hemos convivido con una pandemia. Y cómo podría hacerlo, al ver semejante participación masiva en eventos deportivos tanto en carretera como dentro del estadio más grande del país.

Se dió en la Clásica La Candelaria, donde al menos 3.000 atletas debidamente inscritos se apropiaron del tramo de carretera entre La Lima y Paraíso de Cartago. Desde mucho antes de las 6:30 a.m. (hora oficial de partida) llegaron desde todos los puntos cardinales hombres y mujeres decididos a disfrutar del regreso al asfalto.

Más hacia el oeste, a esa misma hora, 4500 ciclistas ya rodaban por la Ruta 27, en un evento que ni siquiera antes de la emergencia sanitaria se había visto en el país. Y solo unas horas más tarde, cuando ya corredores y pedalistas rememoraban la participación masiva de la que formaron parte, se vino el Clásico.

Y, entonces, en las gradas del Estadio Nacional, las dos aficiones más grandes hicieron valer su presencia, hasta hace poco negada, con sus característicos atuendos y colores. Cerca de veintiocho mil personas, con mascarilla, eso sí, agregaron el ingrediente que terminó de dar sabor al partido más esperado del fútbol nacional.

Al final, tanto en Cartago como en la Ruta 27, la gran mayoría disfrutó ser parte del colectivo al que durante tanto tiempo debió renunciar y que ahora era una feliz realidad. Para la inmensa mayoría, más allá de mejorar su marca o cumplir su objetivo, el verdadero triunfo fue volver a competir.

En La Sabana, mientras tanto, en el minuto 90 los locales decían que merecieron ganar y los otros agradecían por no perder, pero llegó la reposición y esta determinó lo impensado pero posible en el fútbol. Se acabó y llegó la hora de regresar a casa, unos tristes y otros doblemente felices, pero todos estuvieron presentes ¿quién lo hubiera dicho?