Warriors sueñan con el récord ‘imposible’ impuesto por los Bulls

Son el único equipo con el ritmo para batir la marca de 72-10 de los Bulls de Jordan

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En cada temporada a los líderes tempraneros de la NBA se les permite soñar con la gran marca de los Bulls, que en la campaña 1995-1996 terminaron con 72 victorias y solo 10 derrotas.

Este año los únicos que pintan para compararse con esa hazaña son los Warriors de Golden State, líderes de la liga con 23 triunfos y apenas cuatro derrotas, casilla que se infló inesperadamente el martes tras una caída en Los Ángeles. Y no ante el equipo bueno de dicha ciudad...

Sin duda, la gesta se complicó, pero la racha de 16 triunfos consecutivos que ya tuvieron permite pensar que aún tienen posibilidades de acercarse a lo supuestamente inalcanzable.

Con el influjo del base Stephen Curry los Warriors sorprendieron en la primera parte de la campaña y dominaron prácticamente a todos sus rivales.

Suns, Grizzlies y Lakers, de visita, y los Spurs, en Golden State, son los únicos conjuntos que lograron derrotar a los dirigidos por Steve Kerr, quien está en su primer año como coach de NBA.

Estos “Guerreros” son el tercer equipo que más anota (108,1 por juego), el undécimo que menos recibe (98,7) y los mejores en el diferencial de puntos entre conseguidos y sufridos (9,5).

Además, sorprende que, a pesar de ser uno de los cuadros que más lanza, es el de mejor efectividad en lo que va de la campaña, con 48,1%. Y por si fuera poco, hasta el duelo ante Lakers, nadie les tiró por arriba del 50%. Son también los primeros en ese departamento, con apenas 42.2%

Todos estos datos muestran que Kerr está lejos de la novatada y logró darle equilibrio a un equipo que desde hace un par de años ya era un monstruo en ataque.

Hazaña inalcanzable. Los récords están para romperse, pero el poderío de aquellos Bulls de Michael Jordan permaneció a través del tiempo como una marca inalcanzable para mortales.

Ni siquiera los Lakers que ganaron 33 partidos seguidos en el curso 1971-1972 lograron tal foja.

Además, los tiempos cambiaron y ahora es más difícil que un equipo alcance tal regularidad. La mayor intensidad en el juego y el crecimiento del calendario internacional hace que las lesiones sean más constantes.

Ganar 72 partidos en una campaña significa mantener un rendimiento de .854. Es decir, perder, si acaso, un partido cada 10 encuentros disputados.

Esa condición la tienen los Warriors, con rendimiento de .852 en lo que va de la campaña. Pero será difícil que se sostengan en la segunda parte de la temporada.

Aquel equipo de Chicago solo perdió tres partidos en la primera mitad. Golden State ya acumula más derrotas a falta de 14 duelos para alcanzar el umbral del medio. De lo imposible del récord el mismo Kerr lo puede atestiguar, pues era un suplente de lujo en aquellos Bulls de antología.