Un Super Bowl de mística y tradición

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Texas, EE.UU. (AP). Una temporada en el que la NFL alcanzó nuevas cumbres de popularidad (pese a una serie de tribulaciones fuera de la cancha) terminará con dos equipos clásicos y fogueados en la lucha por el campeonato.

“Cuando uno considera este enfrentamiento y uno dice Steelers de Pittsburgh y Packers de Green Bay, eso es futbol”, enfatizó Roger Goodell, comisionado de la liga.

“No se trata solamente de los fanáticos en el oeste de Pensilvania o Wisconsin. Tienen seguidores a nivel nacional. Y creo que eso es lo que entusiasma a la nación y a todo el mundo. Es divertido. Esta es la celebración del juego que amo, que todos amamos, y creo que va a ser una noche espectacular”, agregó.

Es difícil cuestionar la mística y tradición de esta final, que se remonta a las raíces del juego.

Los Steelers (14-4) son el club que más veces ha ganado el trofeo Vince Lombardi. Pittsburgh va en busca de su séptima coronación en el Cowboys Stadium. Green Bay (13-6) registra tres, incluyendo los dos primeros bajo la conducción de Lombardi y otro en 1997.

Tanto los Packers como los Steelers cuentan con 16 jugadores titulares formados por ellos mismos. Sus formaciones defensivas son avasalladoras, encabezadas por los dos jugadores que más votos captaron en la elección al mejor jugador defensivo de la campaña: el safety Troy Polamalu (Steelers) y el apoyador Clay Matthews (Packers).

Como si fuese poco, también cuentan con mariscales creativos y que se han encumbrado en la elite de la NFL, si bien con personalidades opuestas.

El camino al Super Bowl es lo que los aparta.

Pittsburgh ganó su división y como segundo preclasificado se impuso en sus dos partidos de local. Los Packers entraron por el comodín y debieron ganar tres partidos como visitantes ante campeones de división.

Ante todo lo que impera es una tradición de éxito que entrelaza a la familia Rooney, propietaria de los Steelers, y los Packers, un equipo que tiene la peculariadad de ser el único sin fines de lucro en la NFL, ya que son propiedad de la misma comunidad de Green Bay.

Es un enfrentamiento que podrÍa decidirse según qué ofensiva imponga cierta superioridad sobre una defensa inmutable.

Nadie ha corrido eficientemente en campo de los Steeelers, y los acarreros de Green Bay han mejorado con el novato James Starks en los playoffs, aunque no frente a una defensa como la de Pittsburgh.

Rashard Mendenhall, de Pittsburgh, se destacó en la victoria del campeonato de la Conferencia Americana sobre los Jets con un total de 121 yardas. Pero los Packers seguramente no se olvidarán cómo bloquear como le sucedió a Nueva York.

Ambos bandos tienen excelentes receptores, como Greg Jennings de Green Bay y Mike Wallace de Pittsburgh, y veteranos como Donald Driver, de los Packers, y Hines Ward de los Steelers.

Pero los secundarios son firmes encabezados por Polamalu y Charles Woodson de Green Bay.

Si todo depende de los quarterbacks, los dos equipos tienen con qué. A Rodgers no lo han podido detener en los últimos cinco juegos. Por su parte Ben Roethlisberger igualarÍa a Tom Brady y Troy Aikman con tres trofeos del Super Bowl y apenas está en su séptima temporada profesional.

Seea como fuere el clima invernal _nevó el viernes por segunda vez durante la semana del Super Bowl_ hizo que ambos equipos se sintieran como en casa. Y además deberÍan sentirse bien dados sus ilustres antecedentes.

Dos grandes equipos, afirmó Polamalu. No veo la hora de jugar.