Uruguay, con su garra tradicional y una estirpe campeona, tiene como una costumbre reciente pelear el pase mundialista en un repechaje.
Así ha sido en lo que va del nuevo siglo. La gloriosa Celeste terminó quinta en la maratónica eliminatoria suramericana y tendrá que ir por cuarta ocasión consecutiva a una repesca, esta vez contra una incógnita venida de Asia: Jordania.
El partido de ida será el próximo miércoles en Ammán, Jordania, y el de vuelta el 20 de este mes en Montevideo, la capital charrúa.
En sus tres experiencias anteriores, los uruguayos ganaron una serie a Australia para el 2002, tras una derrota por 0-1 en Melbourne y una victoria por 3-0 en Montevideo; y otra a Costa Rica para el 2010, luego de vencer 1-0 en San José e igualar por 1-1 en la capital charrúa.
En medio de ambos pasajes, los suramericanos perdieron ante los Socceros –como se le denomina al equipo australiano– para el 2006.
En Montevideo, ganó 1-0 el duelo; pero, en Sidney cayó 0-1 ante los oceánicos y después perdió el pase directo al caer 4-2 en los penales.
En el pasado, Uruguay intervino en 11 Mundiales y alcanzó dos títulos (1930 y 1950), dos olímpicos (1924 y 1928) y 15 de la Copa América. Sus últimas actuaciones fueron el cuarto lugar en Sudáfrica 2010 y ganar la Copa América del 2011.
Mientras tanto, Jordania nunca antes participó en un Mundial.
Para ambos es su última oportunidad de lograr un cupo mundialista. Además, por horario, a las 5 p. m. del día 20, será el último boleto a Brasil, el número 32 de la Copa.
Historia. A esta serie decisiva no siempre se le llamó repechaje, cuando se midieron selecciones de distintas confederaciones en procura del pase a la Copa del Mundo.
En el primer Mundial de 1930 no hubo eliminatorias, pues la cita era por invitación y reunió a 13 países.
Los Premundiales comienzan para Italia 1934 y esa vez se dio el primer duelo intercontinental entre Turquía, Egipto y Palestina, que inclinó el pase a los egipcios.
A lo largo de la historia, potencias del calibre de Italia, Argentina, España y Alemania también jugaron llaves decisivas hacia la cita.
Fue así, por ejemplo, cómo la tradición suramericana se impuso en la mayoría de las oportunidades.
Colombia sacó a Israel de Italia 90; Argentina pasó dificultades para descalificar a Australia en la serie a Estados Unidos 1994, luego de un empate 1-1 en Sidney y un triunfo mínimo de 1-0 con diana del exgoleador Gabriel Batistuta.
Lo contrario le sucedió a Bolivia rumbo a Argentina 1978, que no fue capaz de superar a Hungría y quedó descalificada, pues cayó por 3-2 en La Paz y 6-0 en Budapest.