Un sueño espera a Celso Borges en la tierra de su padre

Contención irá a Brasil en pos de la gloria que alcanzó Guimaraes en Italia 90

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Durante los días previos al Mundial Italia 90, las cámaras revoloteaban alrededor de Alexandre Guimaraes, el volante costarricense que jugaría contra Brasil, el país que lo vio nacer.

El 16 de junio de 1990, el espigado mediocampista disputó los 12 minutos finales ante los brasileños, el segundo juego del torneo que representó la página más gloriosa en la historia del fútbol de Costa Rica.

Ahora, 14 junios después, el hijo menor de Guima, viaja a la tierra de su padres en busca del sueño que se le negó cuatro años atrás: jugar una Copa del Mundo.

Titular y hasta capitán en uno de los juegos hacia Sudáfrica 2010, Celso Borges Mora sufrió como nunca la eliminación tica en el repechaje ante Uruguay.

Sin embargo, su revancha comenzaría a gestarse muy pronto. Desde agosto del 2010, su nombre resultó común en las convocatorias de Rónald González y Ricardo La Volpe, y se hizo más frecuente cuando Jorge Luis Pinto llegó al banquillo tricolor.

Titular en el primer juego de la fase de grupos ante El Salvador, lejos de arrugarse cuando fue relegado a la suplencia en varios duelos de la eliminatoria, esperó paciente el momento de sobresalir.

Le llegó al cierre de la Hexagonal, con dos golazos ante Panamá y Estados Unidos, que ayudaron a empujar el barco tico hacia Brasil.

El 15 de mayo, bajo el lema “este verano somos todos costarricense”, la afición del AIK sueco le dio una emotiva despedida a su número 10, el tico que irá a Brasil a cumplir su sueño mundialista.