Thiago Silva y David Luiz, del llanto a la clasificación

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Hace una semana, cuando Brasil selló el boleto a cuartos de final en una dramática serie de penales contra Chile, los defensores Thiago Silva y David Luiz se olvidaron de su tradicional rudeza y rompieron en llanto.

La presión de verse fuera del Mundial se mezcló con 120 minutos de un juego electrizante, diez lanzamientos de infarto y la alegría de la victoria final, para que los recios zagueros no pudieran contener las lágrimas.

Cuestionados por el supuesto desequilibrió emocional que ese llanto representaba, la pareja de defensores se sacudió de todas las críticas y anotó los dos goles que hoy tienen a Brasil en las semifinales del torneo.

Apenas se confirmó la victoria sobre el conjunto cafetero, los diarios brasileños destacaron en sus páginas web la ironía de que dos defensas fueron los héroes de un partido en el que se esperaba más de los delanteros.

“La pareja que llora y decide”, “Zagueros conducen a Brasil a la victoria y a semifinales”, y “Brasil contiene la presión y está en semifinales” fueron los titulares de varios diarios electrónicos.

“La pareja de zaga que vierte lágrimas y balancea las redes. Después de una semana de discusiones por el supuesto desequilibrio emocional de la Selecao , el equipo dio la respuesta en la cancha y garantizó cupo en semifinales con goles de la pareja defensiva, que ha conseguido aliar emoción y buen desempeño”, dijo el diario deportivo Lance .

Ambos eclipsaron el esperado duelo entre Neymar y James Rodríguez, con sus goles que sellaron el pase a las semifinales.

Silva, el capitán, se reivindicó de las críticas con un gol con la rodilla en un córner; David Luiz reventó el partido con un tiro libre.

El capitán conmemoró su tanto con rabia, dándose golpes en el pecho. Había pasado una semana de tensión. Se dijo que no estaba preparado psicológicamente para la tensión de un Mundial, que su nombre se había borrado de la tanda de penales por miedo a fallar...

“Ya pasé por mucho en mi vida. Soy un luchador. Superé hasta la tuberculosis. Soy un ganador”, se defendió en la víspera del partido.

Su único borrón fue la amarilla en el minuto 64, que le impedirá medirse ante Alemania en las semifinales del martes.