Recife, Brasil. La Selección llegó anoche a la ciudad de Recife con todo preparado para buscar vencer a Italia y así quedar a solo un soplido de una clasificación a la que no podrían ponérsele adjetivos.
Alineación, esquema, estilo, jugadores a referenciar, todo quedó definido antes de abordar el avión que los llevó desde São Paulo hacia esta ciudad del este de Brasil en poco más de tres horas.
Lo único que resta es el reconocimiento de la gramilla de la Arena Pernambuco, programado para hoy a las 2:30 p. m. (11:30 p. m., hora tica) y un último repaso táctico por medio de video en la noche.
Por lo demás, los minutos que se pudieron observar del entrenamiento en la base de Santos durante la semana y las declaraciones de los miembros del plantel dejaron claro que, a menos de que haya una lesión de último segundo, el equipo que saltará a la cancha es el mismo que lo hizo ante Uruguay el sábado anterior.
Solo para recordar: Keylor Navas, Christian Gamboa, Michael Umaña, Giancarlo González, Óscar Duarte, Junior Díaz, Celso Borges, Yeltsin Tejeda, Bryan Ruiz, Christian Bolaños, Joel Campbell.
También que se mantendrá el 5-2-2-1, pero que será fundamental aumentar la presión en el mediocampo para que jugadores como Andrea Pirlo no tengan espacio para pensar y filtrar balones.
Específicos. Además, se identificaron, aparte del Arquitecto, a Antonio Candreva y Mario Balotelli como los otros dos jugadores a los que sería un pecado descuidar.
Todo esto se resumió en un par de frases expresadas ayer por Giancarlo González y Michael Barrantes, los elegidos por el departamento de prensa de la Fedefútbol para la conferencia de prensa diaria.
“Sabemos que Italia es un gran rival, que tiene muchas virtudes. Pero hemos hecho muchos trabajos, no solo esta semana, sino desde hace mucho tiempo para tratar de adivinarles el juego y poder ganar”, dijo González.
“Para contrarrestar las cosas buenas de ellos tenemos que mantener nosotros la posesión de la pelota, no arriesgar los pases, no jugar complicado. Así no nos harán daño. Hay que limitar a sus buenos manejadores de pelota”, añadió Barrantes antes de salir en autobús hacia São Paulo, donde tomaron el vuelo a Recife.
Al igual que cuando el plantel llegó a Fortaleza, sede del histórico duelo ante los charrúas, al arribar al Mar Hotel a eso de las 8:30 p. m. (5:30 p. m. de Costa Rica), la Tricolor fue recibida por unos 150 aficionados, quienes corearon cánticos.
Como siempre, hubo buena respuesta de los futbolistas, más allá del trajín del recorrido.