Santos, Brasil. Los roles se invirtieron. Eso es lo que deja ser la sorpresa del Mundial.
Para el partido del domingo y por primera vez en todo el torneo, la Sele entrará al campo de juego con las apuestas de su lado para ganar.
Sí, aunque parezca increíble, ante Grecia, Costa Rica será favorita para pasar a la ronda de los cuartos de final.
La suerte, aún no se sabe si buena o mala, puso a los helénicos como el rival por vencer en el partido más importante de la historia del país, que hasta el momento vivió ser el de menos tradición y peso internacional en los tres estadios en los que tuvo que jugar.
Es que el papel y lo expuesto en Brasil 2014 hasta ahora sugieren que se es superior a esta nación europea, que tiene incluso menos mundiales disputados que Costa Rica (y menos suceso) y que precisó un penal en el último minuto para pasar de ronda en un grupo que lejos estaba de ser el de la muerte.
Sin embargo, y quizás con la actitud correcta, los jugadores ticos nada quieren saber del tema.
Más bien, le sacan brillo a la palabras “humildad y” “trabajo” y a la frase “tener bien puestos los pies sobre la tierra”.
Discurso. Lo hicieron con cierta lógica antes de conocer al oponente, pero mantuvieron el discurso tras saber quién se les puso al frente.
“Primero éramos la Cenicienta, el comodín, y ahora esto... Nosotros no vamos a tirar las campanas al aire. Se viene lo más bonito, pero también lo más difícil”, dijo el defensor Michael Umaña ayer, luego de la primera práctica del equipo tras el empate del martes con Inglaterra.
“Tenemos bien claro que las cosas se ganan en la cancha, así que seguiremos por esa vía. Como dicen, calladitos más bonitos. Esa ha sido una de nuestras fortalezas”, manifestó el zaguero central.
“Lo que hicimos en los juegos anteriores fue muy bueno, logramos clasificarnos, pero ya eso hay que dejarlo atrás. Se viene un partido muy diferente que nos puede mandar a la casa si no estamos listos”, adujo Yeltsin Tejeda.
“Estamos pensando en lo que hay que hacer para ganar, no en si somos favoritos o no”, agregó.
No obstante, del otro lado quizás estén diciendo todo lo contrario, citando a diestra y siniestra la conquista de la Eurocopa 2004, si bien histórica, también milagrosa.
De ese equipo solo se mantienen el capitán Georgios Karagounis y Konstantinos Katsouranis, los más experimentados de un plantel defensivo con una predilección enorme por el contragolpe.