México. AFP Avalado por un alto nivel de efectividad en su larga carrera como técnico, Víctor Manuel Vucetich aterrizó como extintor de incendios en el banquillo de la selección mexicana de fútbol para salvarla del cercano fracaso de no clasificar al Mundial de Brasil 2014.
El llamado Rey Midas del fútbol azteca puede presumir de haberse alzado con el triunfo en 13 de las 14 finales que ha disputado en sus 25 años de trayectoria.
“Ojalá que la papa caliente (de clasificar al Tricolor) se convierta en papa de oro. Eso sería fantástico para nosotros”, bromeó al ser preguntado por su apodo durante la rueda de prensa de presentación como selecccionador el jueves.
Nacido el 25 de junio de 1955, Vucetich tuvo un discreto paso futbolístico que dejó atrás en 1983 para iniciar su exitosa carrera en los banquillos mexicanos, donde ha dirigido 689 partidos (272 victorias, 209 empates y 208 derrotas) con 10 equipos y ganó cinco ligas.
Tras el Mundial de Sudáfrica 2010, Vucetich pudo ser nombrado seleccionador mexicano pero él mismo se autodescartó tras el fallecimiento de su esposa.
“Sé que se me pueden cerrar las puertas, pero yo no quiero que el día de mañana vaya a lamentar algo en relación con mis hijos y asumo mi responsabilidad de padre. Creo que hay cosas más importantes”, argumentó.
José Manuel de la Torre fue entonces el relevo de Javier Aguirre, pero este perdió el puesto el pasado sábado luego de la dolorosa derrota contra Honduras en el Azteca.
Ahora, Vucetich afronta el que considera el mayor reto de su carrera: llevar a México al Mundial ganando los dos últimos partidos de la hexagonal ante Panamá y Costa Rica, aunque la Federación no le aseguró que seguirá dirigiendo en Brasil si obra el milagro.