San José se pinta de blanco, azul y rojo, y respira a la par de la Sele

Camisetas tricolores imperan, pero uno que otro holandés se ha acercado a la Plaza de la Democracia

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San José

San José concentra toda la idiosincracia tica en un puñado de metros cuadrados. Encontrar un espacio libre para ver el partido a través de las pantallas gigantes de la Plaza de la Democracia es misión imposible, excepto para un conjunto de muchachos que ha logrado celebrar las tapadas de Keylor Navas desde la rama de algún árbol.

El primer tiempo habitó a la plaza con gritos desesperados de "Keylor mi amooor" y "Diay, no te dieron tarjetas amarillas, árbitro..." y tuvieron a la mayoría de la gente buscando un campo para poder echarle un ojo a la pantalla.
Algunos vendedores han paralizado las ventas mientras otros andan por ahí en modo zombie, con la vista más puesta en las piernas de Bryan Ruiz que en los helados.

La empresa telefónica que vistió a la plaza de verde en vez de rojo y azul repartió juguetes pero no bloqueador solar y los rostros comienzan a hacer juego con las camisetas. Otros han sido más precavidos y abrieron la sombrilla para evitar el sol.
Humberto Rojas, recolector de latas, da en el punto: "todos estamos en el mismo barco con la Sele, pero aquí cada quien sobrevive a como pueda".

Oportunidad de oro. Las calles de San José centro se abarrotan de banderas a ¢1.000, chonetes a 3 por ¢2000 y cornetas ensordecedoras a ¢500. Para muchos vendedores esta es otra oportunidad de hacer dinero con toda suerte de artículos blanco azul y rojo.

"Aunque sea para sacar la inversión", grita un vendedor en la Avenida Central.

Las camisetas, por ejemplo, ya cuestan menos de ¢7.000.

A las 12:40, en la Plaza de la Democracia, el público se encendió en chiflidos contra una camiseta naranja que se escabulló entre la gente: era un holandés, Dennis Knol, que está de vacaciones en Costa Rica.

"Creo que ahora vamos a tener miles de amigos y él, sobre todo, va a tener miles de amigas", dice su padre, Alex Knol, mientras mira a su hijo tomándose fotos con ticas sonrientes.

La oportunidad de los costarricenses de pasar, por primera vez, a semifinales en un mundial, es también la mejor coyuntura para hacer amigos nuevos y ganarse la plata del mes.

Mientras tanto, la fiesta comenzó desde la mañana en la fuente de la Hispanidad, que se ha convertido en el epicentro de la celebración de los ticos. Tal es la emoción por vivir el partido que muchos decidieron llegar desde temprano para conseguir un lugar en medio del gentío, la música y las pitoretas de los carros que dan una y varias vueltas a la rotonda con sus banderas.

Ayer la empresa Protecto pintó el puente con los colores patrios y esta madrugada otras empresas inundaron de publicidad la infraestructura, pero su intención duró poco porque la Fuerza Pública ordenó despejar la zona.