Jorge Luis Pinto no se ha ido en los mejores términos de Costa Rica, en los tres pasajes en que estuvo vinculado a equipos nacionales.
Tanto en la primera etapa con Alajuelense, en junio del 2003; como en los dos períodos en que dirigió a la Tricolor , en el 2005 y ahora, en el 2014, la polémica se presentó en las salidas del fútbol local.
Ayer, el tema de su continuidad se cortó abruptamente entre Pinto y los federativos, a partir de la intención del suramericano de cambiar a su cuerpo técnico de nacionalidad tica e introducir a cinco colombianos entre sus asistentes.
Después, en la rueda de prensa, el estratega que clasificó a Costa Rica hasta los cuartos de final del Mundial en Brasil aclaró que su salida no fue por motivos económicos y denunció que tuvo “amargas diferencias” con un asistente del cuerpo técnico que no identificó.
“Con el cuerpo técnico, he tenido diferencias, porque no comparten mi estilo y mi forma. Yo soy exigente, yo quiero compromiso, quiero entrega, y no comparto actitudes delicadas. Duré año y medio sufriendo. Un integrante del cuerpo técnico le dijo al presidente que me sacara, que conmigo no iban al Mundial”, manifestó Pinto.
Uno de sus auxiliares, Luis Marín, desmintió a La Nación de que él hablara mal de Pinto ante la dirigencia, mientras que el otro asistente, Paulo César Wanchope, confrontó en varios medios de prensa este ataque y se defendió de las acusaciones del extécnico de la Sele .
“Dormí con el enemigo año y medio, pero en aras de la Selección de Costa Rica lo entendí, lo acepté. Hoy no, le dije al presidente si no puedo elegir un cuerpo técnico a mi gusto, con mi lealtad, no puedo estar aquí”, manifestó el cafetero.
La primera salida Pinto del balompié tico se dio el 10 de junio del 2003, cuando se disgustó cuando se dilató su renovación con la Liga, por un estudio interno en el club erizo acerca de su trabajo al frente de la institución, pese a que había alcanzado dos títulos seguidos.
Aquella vez, el estratega adujo “razones personales” para no seguir al frente de los rojinegros.
La segunda partida escabrosa de Pinto de nuestro fútbol se dio casi dos años después, el 1.° de abril del 2005, tras el empate 0-0 con Trinidad y Tobago, en Puerto España.
La Federación le avisó el acuerdo de su despido en forma tardía luego de su retorno al país, cuando el colombiano deploró enterarse de la noticia en el propio aeropuerto.
Su puesto fue ocupado, entonces, por el estratega Alexandre Borges Guimaraes, quien clasificó a la Sele al Mundial alemán del 2006.