Roy Miller: un mundial para recuperar brillo

El espigado zaguero buscará en Brasil retomar el favor de Pinto en la titular

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El protagonismo de Roy Miller en los fogueos de la Selección durante este 2014 dicen mucho de la intención de Jorge Luis Pinto para con él: es un defensor en el que confía y al que lucha por sacarle el máximo de ese roce internacional que tiene.

Desde que migró a Noruega en el 2005, la batalla del hoy zaguero del Red Bulls de Nueva York (MLS) sin duda alguna ha sido ganarse un cupo en la Tricolor, una lucha que perdió para el Mundial de Alemania 2006 (apenas jugó dos encuentros de la eliminatoria, aunque entonces solo tenía 21 años) y también en el camino hacia Sudáfrica 2010 (solo participó del repechaje).

Sin embargo, el timonel cafetero le abrió las puertas para meterse en el grupo desde antes de la hexagonal, en una fase previa donde se ganó el favor de la crítica.

Ahí, ubicado como el stopper izquierdo de una cada vez más afinada línea de cinco, Miller empezó a demostrar que sus años en Noruega, y más tarde en Estados Unidos, no pasaron en vano para aquel lateral que Cartaginés exportó.

Su aporte en la parte baja se volvió indiscutible, amalgamado en una zaga que empezó a robarse elogios por la región.

La llegada de la hexagonal, sin embargo, le acercó competencia por el puesto, una lucha que ya en el cierre perdió en parte por una lesión en el talón de aquiles.

Aún así Miller no perdió el favor de Pinto, quien volvió a solicitar sus servicios en los choques ante Chile, Corea, Paraguay y más recientemente Japón.

Y aunque está claro que la lesión de Bryan Oviedo le facilitó las cosas, tampoco se puede ocultar que en el camino hacia Brasil su aporte fue pocas veces cuestionado y su disciplina casi siempre apreciada.

Contra los nipones apareció en un once que hasta entonces parecía ya definido, aunque contra Irlanda Óscar Duarte llegó para cuestionar un poco esa estabilidad.

Sin embargo, las opciones de Miller siguen ahí, como se mantiene en el horizonte ese Mundial de Brasil, el lustre que podría reavivar el brillo que tanto buscar el defensor.