Para México es asunto de honor; para Nueva Zelanda, de gloria

México y Nueva Zelanda juegan esta tarde el juego de ida de su serie decisiva

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El mítico Estadio Azteca albergará esta tarde el partido que los mexicanos temieron y los neozelandeses soñaron.

Hoy, la selección de México recibirá a su similar de Nueva Zelanda, en el primer juego de la repesca entre Concacaf y Oceanía por un cupo al Mundial Brasil 2014.

Para los aztecas, será la última oportunidad lavar su honor y obtener una plaza a la cita mundialista, después de su rotundo fracaso en la hexagonal eliminatoria.

Para los neocelandeses, en cambio, será el chance de alcanzar la gloria una vez más, tras haber ganado por segunda ocasión el medio boleto que la FIFA otorga a su confederación.

El juego marcará el debut de Miguel Herrera como técnico de la selección mexicana; el cuarto entrenador del Tri en su olvidable camino a Brasil.

El Piojo, también técnico del América, arribó con una apuesta casera para mejorar el semblante futbolístico de los aztecas.

Con las Águilas como equipo base, México prescindió para el partido de ida de las figuras que militan en clubes del exterior, en su cruzada por sacar en casa una buena ventaja para definir la repesca dentro de ocho días en Wellington.

Sin embargo, no solo tendrán que dar un giro completo en la cancha –para mostrar todo lo que les faltó en la eliminatoria–, también tendrán que espantar el desencanto que campea entre los aficionados mexicanos.

Ofensivos. Herrera adelantó ayer que México hará correr a los neocelandeses para “fundirlos más” en la temible altura del Estadio Azteca, y anunció una alineación titular en la que aparecerán siete jugadores del equipo americanista, incluidos el portero Moisés Muñoz –en el lugar que ha ocupó Jesús Corona durante la hexagonal– y el delantero Raúl Jiménez, autor del gol del triunfo 2-1 ante Panamá.

Para muchos, se trata de una formación con alto poder ofensivo, pues todos esperan que Nueva Zelanda llegue a atrincherarse.

Sin embargo, la teórica inferioridad futbolística de Nueva Zelanda es el argumento que esgrimen los sensatos para pedir a los mexicanos que no se confíen.

Oceanía no tiene un cupo directo en el Mundial de la FIFA y siempre debe buscar su pase en una repesca contra otra confederación.

Así lograron los All Whites su pase a Sudáfrica 2010, en un repechaje ante Bahréin que los llevó al segundo Mundial de su historia y del que salieron como una selección invicta, tras empatar con Eslovaquia, Paraguay y la entonces monarca, Italia.

Ahora, 13 de aquellos mundialistas estarán en la repesca contra México. El técnico Richard Herbert convocó a todas las figuras que destacan en Europa, como Tommy Smith, Bill Touiloma, Craig Henderson, Marco Rojas y Chris Wood.

Conscientes de que no son favoritos en esta serie, los Kiwis buscarán aprovechar el nerviosismo que ronda al Tri para sacar al menos un empate que, el 20 de noviembre, les permita cumplir el sueño de su tercer Mundial.