Los repechajes para los mundiales existen desde 1934; sin embargo, nunca alguien pudo volcar uno que tuviese una diferencia de cuatro goles, tal y como ahora tiene México sobre Nueva Zelanda.
Es más, ni siquiera existe una serie de repesca a una cita planetaria Mayor en la que se diera vuelta a un marcador adverso de tres o hasta de dos goles. Así de difícil -por no decir imposible - es el panorama de los kiwis en su ruta al Mundial de Brasil 2014 .
Solamente en cuatro ocasiones una selección que perdió el partido de ida se clasificó tras ganar el de vuelta (ojo, esa derrota fue nada más por un gol).
El representativo de Australia lo hizo en dos oportunidades.
La primera para Estados Unidos 1994, cuando eliminó a Canadá (1-2, 2-1 y ganó en penales 4-1), aunque en la instancia que siguió perdió ante Argentina, por lo que no fue al Mundial. La segunda fue para Alemania 2006, cuando dejaron fuera a Uruguay, también por la vía del manchón blanco (0-1, 1-0 y 4-2).
En esa ocasión, los Socceroos se cobraron una cuenta con los charrúas, pues para Japón y Corea del Sur 2002, Uruguay perdió 0-1 en suelo oceánico y ganó 3-0 en su país.
Posteriormente, el escenario lo vivió Eslovenia para la más reciente edición de Sudáfrica 2010. Perdió en Rusia 1-2 y luego ganó en su casa por 1-0, lo que hizo que avanzara a la Copa por el gol como visitante. Colaboró el periodista Rodrigo Calvo