Con la llegada de la última ronda de partidos en esta fase de grupos del Mundial vienen también las últimas oportunidades, los últimos chances para no renunciar al sueño mundialista.
Nigeria e Irán tendrán los suyos el próximo miércoles a varios cientos de kilómetros entre sí, el primero cuando se mida a Argentina y el segundo cuando reciba a la ahora ya eliminada Bosnia y Herzegovina.
El panorama es tan alentador como complicado para ambos.
Por un lado, las Águilas Verdes son segundas del apartado con cuatro unidades, tres más que el otro interesado en el boleto, lo malo es que se enfrentan a la Argentina de Messi, de momento favorita en el papel más que en la práctica, pero no por ello menos peligrosa.
Será enfrentar a un equipo que marcha con marca perfecta y que aun con la derrota podría cerrar la fase como primera del sector, y que al igual que ellos viene de ganar un duelo complicado.
En la otra acera, Irán tiene a su favor enfrentarse a la patria de Edin Dzeko, un combinado que el sábado empezó a hacer maletas para el regreso a Bosnia pero que de seguro querrá llevarse un poco de orgullo en la despedida.
La buena cara que dejó ante la Albiceleste les alcanza para la ilusión, además de que fue una inyección de motivación para un combinado al que le costó ganarse el boleto en la eliminatoria asiática rumbo a la gran cita.
Tanto iraníes como nigerianos se jugarán su último cartucho el miércoles a las 10 a. m. Los primeros viajarán hacia Salvador y los segundos a Porto Alegre, en el encuentro definirá a los rivales del grupo E en los octavos.