Managua. Óscar Duarte jamás se imaginó ser recibido como un héroe en la tierra que lo vio nacer. El futbolista arribó este jueves a Nicaragua a la 1 p. m. para encontrarse con un grupo de más de 600 jóvenes que lo esperaban impacientes a su salida del Aeropuerto Augusto Sandino, en Managua.
El defensor, de 25 años, se convirtió en Brasil en el primer nicaragüense en jugar en un Mundial y luego de su debut también en el primero que anota en una cita planetaria, todo vistiendo la camiseta de Costa Rica.
Su familia, de más de 20 integrantes incluyendo su emocionado abuelo Salomón Gaitán y su tío Alex Latino, esperaban también entre la multitud.
Con la llegada del defensor el desorden pudo más que la emoción y el tico debió abandonar el aeropuerto escoltado por la seguridad policial presente.
“Quiero un carro”, articuló el jugador con una voz de desesperación por la presión de tantas personas que querían acercársele. Segundos después, Duarte y su mamá se montaron en un automóvil y la angustia finalizó.
Unas dos horas después el jugador, visiblemente más relajado, brindó una conferencia de prensa donde agradeció el apoyo que le brindaron durante su participación en el Mundial de Fútbol.
“Me sorprendió el recibimiento. No me imaginé que había tanta gente. Estoy muy agradecido por todo el apoyo que me dieron”, dijo.
El considerado mejor jugador de la Selección tica durante la fase de grupos del Mundial, recibió un reconocimiento de parte de la Asociación de Cronistas Deportivos de Nicaragua, ACDN.
“Es cierto, Costa Rica me abrió las puertas para formarme como futbolista y tengo que agradecerle mucho a la gente de allá.
“Vi los videos de apoyo aquí en Nicaragua, para mí era algo bonito porque sabía que mi familia estaba rodeada de gente apoyándome, a uno eso lo llena mucho, eso quiere decir que estoy haciendo bien las cosas”, afirmó el jugador.
¿Qué lugar ocupa Nicaragua en tu corazón? “Uno importante porque aquí está mi familia, eso para mí es algo que siempre, esté donde esté, tendré presente. Voy a tener ese pedacito en mi corazón porque ellos representan algo importante para mi vida”, añadió.
Duarte viajó ayer mismo hacia Catarina, en Masaya, su pueblo natal y donde sus familiares le tenían preparada una fiesta de cumpleaños a él, su hermana Cintia y su abuelo materno Salomón Gaitán.
Hoy la municipalidad de Catarina le rendirá homenaje al defensor tico y este entregará balones y uniformes a los niños de la zona.