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¿Qué sintió en los minutos previos al aterrizaje del martes?
Un poquito de susto porque la verdad yo me pongo medio nervioso cuando ya veo el avión sobrevolando muy bajo, pero la verdad el corazón me latía, se me alteró. De todo piensa uno, vive, después ver los espejos desde el avión donde alumbraban haciendo saber que ahí había una persona identificándose con nosotros, con el grupo que veníamos en el avión.
¿Qué significa para usted saber que es el ídolo de muchos niños?
Es algo enorme, es un orgullo para uno ser un ejemplo, saber que uno fue niño en su momento y yo decía ‘yo soy tal persona’, porque yo de niño soñaba con esto y gracias a Dios me dio la oportunidad de lograr mi sueño. Es inolvidable lo que uno vive.
“Yo recuero que viví el Mundial de Italia 90 y decía ‘algún día quiero estar en un Mundial y ver a Juan Cayasso, a Róger Flores, a Guimaraes, a Medford’, era un sueño para uno y yo le doy muchas gracias a Dios por lograr mi sueño, que es ser futbolista profesional y llegar a representar al país en un Mundial”.
¿Ya pudo repasar en la memoria esos momentos de Brasil?
La verdad todavía no he tenido el tiempo ni el momento para analizar, pero lo que sí estoy viviendo es lo que me comentaba mi esposa, ella antes de que llegara al país me dijo ‘Michael, usted no sabe lo que va a vivir, usted no sabe cómo está este país volcado hacia ustedes’, ella me lo decía pero uno allá está concentrado en otra cosa, estaba viviéndolo diferente y no me imaginaba lo que de verdad se estaba viviendo acá en Costa Rica, eso a uno lo pone aún más orgulloso por lo que estamos viviendo.
¿Cuánto cambió Michael Umaña después de este Mundial?
No, no cambio ni voy a cambiar, lo único es que estas cosas se las lleva uno a la tumba y la verdad uno siempre tiene que permanecer con los pies en la tierra. Debo decir que en lo personal no voy ni debo cambiar nada de lo que he hecho hasta ahorita porque uno no debe de perder la cabeza ni en los momentos difíciles ni en los de gloria.
¿Sabe algo de su futuro?
No, en realidad no. Ahorita ofertas concretas no tengo, hay algunos acercamientos pero hasta ahí. Tengo que ser honesto, no he hablado con Saprissa, soy un jugador libre, voy a tomarme mi tiempo para pensar en eso, ahorita quiero disfrutar un poquito a mi familia y vivir un poquito de esto que está viviendo Costa Rica.
¿Le gustaría seguir en el Deportivo Saprissa?
Yo terminé ahí contento y de verdad voy a analizar, si ellos me llaman valoraré y si no pues también sigo agradecido con ellos. Estoy muy agradecido con la institución.