Atlanta
La selección mexicana enfrentará mañana sábado por los cuartos de final de la Copa Oro 2013 a la de Trinidad y Tobago en una instancia a la que llegó sin haber convencido con su fútbol y este partido contra los trinitarios será su gran prueba de fuego.
La cita será en el Georgia Dome, de Atlanta, donde México contará de nuevo con un gran apoyo de sus aficionados que residen en el estado de Georgia, pero será su juego el que le permita seguir defendiendo el título de campeón.
El Tri no comenzó bien el torneo al perder 1-2 ante Panamá y las críticas durísimas hacia el entrenador José Manuel Chepo de la Torre no se hicieron esperar e inclusive se pidió su dimisión, mientras que el entusiasmo de los aficionados perdió fuerza.
Sin embargo, México encontró la manera de conseguir dos triunfos fáciles 2-0 y 3-1 ante Canadá y Martinica, respectivamente, que le aseguraron el pase a los cuartos y, además, mejorar en su nivel de juego, aunque no lo suficiente para despejar todas las dudas que arrastra en lo que va del año.
De ahí que tanto Chepo y los jugadores aztecas están convencidos de que les ha llegado la hora de hacer su mejor fútbol y no sólo cumplir los pronósticos de favoritos ante Trinidad y Tobago.
Al margen del pobre juego que ha mostrado México en lo que va de la competición, la nota positiva ha sido el buen rendimiento que han tenido dos jugadores que pueden ser claves de cara al futuro.
Se trata del centrocampista de punta Marco Fabián, goleador de México, que ha conseguido marcar en cada uno de los tres partidos disputados, lo que le ha permitido ser la referencia del ataque del Tri.
Otro jugador destacado ha sido el centrocampista Luis Montes, que se ha convertido en la revelación de la selección mexicana en la fase de grupos, mientras que el joven delantero Raúl Jiménez también ha mostrado la clase suficiente para ser considerado en el futuro como jugador de gran ayuda al equipo “A”.
Mientras que Trinidad y Tobago llegó como una incógnita total y, a diferencia de México, se esperaba menos de ellos, una vez que su fútbol se vio en retroceso tras no poderse clasificar al hexagonal final, pero consiguió ganar 2-0 a Honduras en la última jornada del grupo B y volver a los cuartos de final.
El equipo trinitario inició su participación con un empate (2-2) frente a El Salvador en un partido muy abierto y hasta cierto punto de lo más espectacular de la Copa.
Después llegó la sorpresa de su derrota 0-2 ante Haití y, cuando parecía que iba a dejar la competición, resurgió con un gran triunfo de 2-0 conseguido ante Honduras, que le permitió ocupar el segundo puesto de su serie.
Su hombre clave en el campo es su delantero centro Kenwyne Jones, que cuenta con un fuerte físico, potencia, altura y contundencia.
Jones, del Stoke City inglés, lleva ya dos goles y una asistencia. Además, ha participado en tres de los cuatro tantos conseguidos por la selección de su país.
El equipo caribeño tiene como mánager general deportivo al holandés Leo Beenhakker, un viejo conocido del fútbol de México tras estar en las Chivas de Guadalajara y el América, además de dirigir a jugadores aztecas en Europa.
Alineaciones probables
México: Jonathan Orozco, Miguel Layún, Juan Carlos Valenzuela Joel Huiqui, Adrián Aldrete, Marco Fabián, Jorge Enríquez, Efraín Velarde, Alejandro Castro Flores, Rafael Márquez Lugo y Raúl Jiménez. D. T.: José Manuel de la Torre.
Trinidad y Tobago: Jan Williams; Deon Mitchell, Daneil Cyrus, Bark Abu, Joevin Jones, Andre Boucaud, Khaleem Hyland, Kevin Molino, Cornell Glen y Kenwyne Jones. D. T.: Stephen Hart.
Árbitro: Sin designar.
Hora de Costa Rica: 4:30 p. m.
Estadio: Georgia Dome, de Atlanta.