Luego del Mineirazo, nadie quiere la camiseta de Brasil

El 1-7 sufrido ante Alemania sumió a los brasileños en un estado de desinterés casi total y provocó un rechazo hacia todo lo que tiene que ver con la Copa.

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Río de Janeiro

La camiseta de la selección brasileña, que era una de las más demandadas en el comercio popular de Río de Janeiro durante el Mundial Brasil 2014, ahora es ofrecida a precio promocional debido a la caída de las ventas como consecuencia de la dolorosa derrota de Brasil en semifinales ante Alemania.

La mayoría de los productos relacionados con la participación de Brasil en el Mundial, especialmente las camisetas, está ahora en liquidación, dijeron a EFE los vendedores de Saara, el gran mercado popular de Río de Janeiro.

“Solo la compra algún turista (la camiseta) y porque la hemos rebajado mucho”, asegura Lucía Santos, vendedora de la tienda deportiva LOOP, en el propio corazón de Saara.

“La mayoría de las tiendas ya ha retirado las camisetas de los escaparates. Nosotros aún tenemos alguna expuesta, pero ya hemos empaquetado la mayoría en cajas y las hemos guardado para ofrecerlas en el próximo Mundial de aquí a cuatro años”, agrega.

El 1-7 sufrido en el estadio Mineirao, una tragedia conocida como el Mineirazo en alusión al Maracanazo, ha sumido a los brasileños en un estado de desinterés casi total por todo lo que les recuerda la goleada alemana, un rechazo que se hace patente estos días frente las tiendas de productos del Mundial por las que pasan sin apenas detenerse.

Elio Bittencourt, de 81 años, que preside la asociación de comerciantes del Saara y es dueño de la tienda de artículos deportivos GMB Sports, dijo que la derrota frente a Alemania “ha supuesto un verdadero desastre”.

Las ventas, asegura, cayeron estrepitosamente el día después del partido. “Desde entonces no he vendido prácticamente nada de color verde-amarillo y ahora estamos peleando para deshacernos lo más rápido posible del inventario”, relató.

El comerciante reconoce, no obstante, que las ventas ya estaban bajas al comienzo del Mundial. “Empezamos vendido menos de lo que esperábamos, como un 30 % por debajo de las expectativas, pero hoy el negocio es prácticamente cero”, dijo.

Y enfatizó: “En 52 años que llevo trabajando en Saara este ha sido el Mundial más flojo en ventas”.

Decenas de miles de personas pasan a diario por las once manzanas de Saara en busca de una buena oferta. Por estos días, los carteles que anuncian la liquidación de los productos del Mundial están sirviendo para atraer a los extranjeros, la mayoría de ellos con las maletas casi hechas para regresar a sus países tras la final.

En Saara tratan de hacerse con recuerdos de Río y del Mundial a precios más asequibles que en las tiendas oficiales. El argentino es el colectivo más numeroso y el que más visita las tiendas estos días.

“Nos han dicho que acá todo es más barato y hemos venido a comprar cornetas o cualquier cosa que haga mucho ruido para ver el partido y celebrar nuestro tercer título mundial”, comenta uno de ellos sobre la expectativa para el resultado de la final entre Argentina y Alemania el próximo domingo en el Maracaná.

La crisis de ventas no parece arreglarse con rebajas de los precios. Hoy la camiseta de Brasil, incluso la que luce el 10 de Neymar, se podía comprar en Saara por 19,90 reales (unos $9), 10 reales menos que antes de la goleada.

Pero no va a ser suficiente y Elio Bittencourt prevé que, “a partir de la semana que viene, los precios van a bajar de un 20 a un 30 % más”.