Llegó la hora de que la Selección selle el boleto al Mundial derrotando a Jamaica

Oportunidad de oro para que la Sele se aleje del sufrimiento al que acostumbra

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Kingston. Tantas son las veces que la Sele ha jugado con el abismo a la espalda... Por eso es que cuesta creer que el día de hoy está en la situación contraria: la gloria, el Mundial, están tan cerca que casi se puede palpar.

La Hexagonal ha sido un camino mucho más tranquilo y alegre de lo esperado. Dominio total en el Estadio Nacional y una entrega inquebrantable para pelear –y lograr– puntos de visita tienen a la Tricolor en un dulce momento.

Sin embargo, no hay que dejarse engañar. El que la meta esté cerca es muy distinto a haber conseguido el objetivo.

Los jugadores ticos saben que si no ganan hoy estarán malgastando la mejor oportunidad que tienen para dejar de llamarse simples seleccionados y alcanzar el rango de mundialistas. Porque en Costa Rica son muchos los llamados a la Selección, pocos los escogidos para ir a un Mundial.

Una agresiva Jamaica que no tiene nada que perder, el Caribe, el clima... Ninguna de esas dificultades se emparejan, en lo absoluto, con lo que el equipo patrio enfrentará en las dos jornadas del cierre de la Hexagonal.

Por más orgullosos y fuertes que sean los Reggae Boyz , ni se comparan con lo penumbrosa que se puede poner la clasificación si se llega con la necesidad de puntuar a Honduras o recibir en esas condiciones a un todavía más urgido México.

Pasar el sufrimiento. Costa Rica nunca se ha clasificado a un mundial en patio ajeno. Para 1990 cerró en casa y se sentó a esperar, para el 2002 y el 2006 el premio se logró en el Saprissa, en ambas ocasiones contra Estados Unidos.

Además, de Kingston el principal recuerdo para los costarricenses es muy amargo. Allá la Selección Nacional se despidió definitivamente del Mundial de Francia, en el año de 1997. Eso mientras Jamaica se enrumbaba hacia su única cita mundialista.

Esa historia pesa, pero no tanto como los tragos amargos que catrachos y aztecas nos han hecho pasar a través de los años en Concacaf.

Así que la misión es clara: ganar, despojar a Jamaica de su última esperanza y esperar con alivio las dos jornadas finales.

Un triunfo tico esta noche y una derrota de los aztecas clasifica directo a los nacionales. Aún si Estados Unidos no gana, todo será cuestión de tiempo pues, con 17 puntos ya en la bolsa, Costa Rica esta prácticamente asegurando el pase a su cuarto Mundial, el de Brasil.

También tendría el efecto colateral de pasar a otros el sufrimiento que siempre ha sido tan nuestro, tan tico como el gallo pinto. El sufrimiento en el que van a quedar aquellos sin el boleto sellado.

Porque a todo costarricense le encantaría visitar a Honduras y recibir a México siendo ellos los desesperados. Nada más lindo que cambiar los papeles, para variar.