Belo Horizonte. AFP Lionel Messi y otros ocho jugadores argentinos saldrán mañana al Estadio Maracaná no solo a consagrarse campeones, sino también a cobrarse revancha de la bestia negra que los humilló en Sudáfrica 2010 y, en algunos casos, los dejó afuera además en Alemania 2006.
La final de Brasil 2014 es una oportunidad para que casi la mitad del plantel albiceleste salde cuentas pendientes contra Alemania tras esas dos dolorosas eliminaciones en cuartos de final.
En 2006, Argentina estuvo en ventaja 1-0 con un gol de Roberto Ayala hasta el minuto 80, cuando Miroslav Klose igualó. En los penales, las atajadas de Jens Lehmann al propio Ayala y Esteban Cambiasso sellaron la eliminación albiceleste por 4-2.
En 2010, los alemanes barrieron a Argentina 4-0 con un tempranero gol de Thomas Müller.
Messi, en 2006, vivió el partido en el banco ya que José Pekerman decidió no incluirlo, una elección que le valió duras críticas.
Cuatro años más tarde, el crack del Barcelona llegó a Sudáfrica como la gran estrella que todos esperaban ver brillar. No jugó un mal Mundial, pero tampoco fue determinante y, además de no lograr marcar ningún gol, fue anulado por los alemanes en cuartos de final.
Además de Messi, Javier Mascherano y Maxi Rodríguez, también estuvieron presentes en el césped del estadio Green Point de Ciudad del Cabo otros cinco del plantel actual: Gonzalo Higuaín, Ángel di María, Martín Demichelis, Sergio Romero y Sergio Agüero.