De parte de Jorge Luis Pinto hubo un jalón de orejas para Giancarlo González por la expulsión ante República de Irlanda.
De hecho, la mayoría de sus compañeros reconocieron que fue un grave error del zaguero central de la Tricolor, un falló que el mismo González aceptó pero que de paso añadió que fue una gran lección hacia Brasil.
Porque al final, quedar diezmados desde el minuto 41 del partido fue un buen ensayo para la Selección Nacional, una apreciación que jugadores y cuerpo técnico compartieron tras el pitazo final.
“Ayudó primero para ver el rendimiento del equipo con 10 hombres; segundo, fue aprendizaje para todos, no solo para Giancarlo. En el Mundial van a haber provocaciones, jugadas injustas a las que no se puede reaccionar así.
“Además, nos dimos cuenta que tenemos calidad, que podemos tratar el balón y así tener mejores opciones”, expresó el asistente técnico, Paulo Wanchope.
“Esperemos que no se vuelva a dar una jugada así, pero la verdad es que salimos tranquilos porque después de eso el trabajo fue bueno, ahí es cuando se ve que un equipo está apto para poder seguir en el partido e ir a buscar el resultado, lo intentamos con muy buena actitud”, expresó Junior Díaz.
Variante táctica. Otro de los aspectos que rescataron los seleccionados es que, ante una eventual expulsión, la Tricolor demostró que puede pasar a jugar la línea de cuatro de manera sólida.
“Creo que el profesor Pinto va a ver la posibilidad de jugar línea de cuatro, ahora lo va a analizar porque la verdad se jugó muy bien con 10 hombres, con 11 está la posibilidad de jugarla”, aseguró Díaz.
“Lo que nos da es un ensayo y una idea de qué podría pasar si eso llega a acontecer, así que es bueno porque nos pinta otra situación que no esperábamos pero que es buena”, finalizó Celso Borges.