Keylor Navas: Llegó la hora de ser otra luminaria en la Liga de las Estrellas

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Finalmente le llegó la hora a Keylor Navas de ser indiscutible en la portería del Levante, recoger halagos y pararse cada fin de semana frente los más grandes astros.

Después de dos años a la sombra de Gustavo Munúa, el uruguayo se marchó a la Florentina y la meta quedó, finalmente, para el tico.

Fue un agrio inicio: un déspota Barcelona arrolló al cuadro granate y Navas se “comió” siete goles en el debut de la temporada.

Sin embargo, las cosas van mejorando y el portero es en parte responsable de eso: solo permitió un gol en los dos partidos siguientes (un empate y una victoria).

De “PZ” al mundo. Nacido en el calor del sur, Navas no siempre guardó el mismo amor por la portería.

De hecho, en su adolescencia prefería la delantera y los goles, así que siempre pactaba jugar un tiempo en cada posición, según contó a La Nación .

Desde muy joven, a los 14 años, se enroló en el Saprissa, donde formaría su carrera profesional.

En la S vivió tiempos dulces desde la banca pues estuvo en el Monstruo de Hernán Medford. Aquel que fue al Mundial de Clubes y sintió alcanzar la gloria con el tercer lugar.

Luis Gabelo Conejo reconoció pronto su grandeza y lo recomendó para el Albacete. Los españoles tomaron la palabra del ídolo de Italia 90 y lo reclamaron para la segunda división.

Mas, problemas contractuales con Saprissa incomodaron el viaje a Europa. Al fin Navas consiguió su objetivo e hizo las maletas para viajar el Viejo Continente en el 2010.

En tan solo una temporada con el Alba Keylor llamó la atención lo suficiente como para escucharse en rumores de grandes clubes.

El Levante lo acogió en la Primera División y fue poco a poco dando pelea a Munúa. Aunque le faltaría otro mal trecho, al volver a encontrarse inmiscuido en pleitos de pantalones largos por su fichaje.

Al fin, todo acabó en un pequeño pago del Levante por su contrato y el resto sigue siendo historia en la Liga de las Estrellas.