Jorge Luis Pinto: Los frutos de la perseverancia de un técnico listo y detallista

El secreto de su éxito aquí se basa en que se le respetó desde el principio su filosofía de fútbol

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El técnico colombiano, Jorge Luis Pinto, es el artífice del gran momento del fútbol tico.

La histórica clasificación a la ronda de cuartos de final del Mundial Brasil 2014, es el producto de un estilo de juego que sus pupilos interpretaron a la perfección, para salir invictos.

Nativo de San Gil, Santander, Pinto tiene una vasta experiencia en el banquillo de 30 años, desde que debutó en 1984 con el Millonarios de la capital.

Desde entonces, tras dirigir en Colombia, Perú, Costa Rica, Ecuador y Venezuela, este trabajador del fútbol demostró estar a la altura de los mejores.

Pero lo que le faltaba al Explosivo era dirigir en un Mundial, un sueño que se le cumplió con la Selección Nacional.

Aquí recibió críticas por pobres actuaciones y ser muy defensivo. Tras dos años y medio, pasó a ser el más querido y respetado en el país, al construir un equipo, lograr consolidarlo y detectar a figuras idóneas.

Contra viento y marea, la Fedefútbol le respeto su estilo, para empezar la eliminatoria y conducir al grupo a Brasil 2014.

Puso en su cuerpo técnico a los exmundialistas Paulo Wanchope, Luis Marín y Gabelo Conejo, y a su compatriota, Jaime Perozzo, el sociólogo que inculcó en el grupo la esencia colectiva por encima de la individual.

Producto de ello, Costa Rica dio de qué hablar en Brasil por la forma en que presionó a sus rivales y ordenó su aplicación táctica, bajo la guía de Pinto,

“Muchos no creían en nosotros, pero competimos con potencias. Dejamos una imagen digna de nuestro fútbol y eso vale mucho para el país”, dijo.

Pinto hizo historia en el Mundial y de la buena. Los frutos de su perseverancia, como técnico detallista, graduado en Brasil y Alemania, saltan a la vista de todo el planeta.