Historias de la nieve son cada vez más increíbles

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Aunque ya la Selección está de nuevo a salvo bajo el calor del trópico, los futbolistas no pueden huirle todavía a la incredulidad por la forma en como se disputó el compromiso del viernes ante Estados Unidos, en Denver.

Conforme los jugadores conversan con la prensa, más historias siguen llegando y son de una magnitud tan surrealista que es inevitable dejarlas pasar.

Ayer, Keilor Navas contó que, en el segundo tiempo, quienes estaban detrás de su arco le lanzaban bolas nieve. Increíble.

“Y seguro tenían como cinco minutos haciéndolas, porque ya eran como piedras”, contó.

Navas no se detuvo ahí y recordó como en un instante, con la pelota en movimiento, apareció junto a él un trabajador con la pala e incluso lo corrió a un lado.

El árbitro no se escapó de la exposición del portero.

“Nos dijo, ‘no voy a parar nada, solo vamos a limpiar porque hay que jugar’”. La cara de Navas relatando la historia lo dijo todo.

Cristhian Gamboa también compartió su experiencia.

“Vean, yo en Noruega he jugado a -15° y nunca he visto lo que pasó ese día. Primero, las canchas allá tienen calefacción por abajo, por lo que el frío no se siente tanto. Pero aún así, ese no era el problema. El problema es que no se podía ver nada para ningún lado”, comentó el defensor.