Grecia hace lo máximo con lo mínimo posible

El equipo europeo se hace fuerte conforme pasan los juegos en el Mundial de Brasil

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Recife. AFP. Laboriosa y defensiva, Grecia no es la selección más glamorosa del Mundial brasileño, rico en goles de fantasía y buen juego. Pero logró clasificarse entre las 16 mejores y ahora amenaza a Costa Rica, rival de mañana.

En este tipo de torneos (no en Brasil 2014) se ha dado el caso de equipos eliminados con seis puntos, dos victorias en tres partidos. Hay otros que alcanzan la fase de eliminación directa con cuatro puntos, una diferencia de goles negativa, un solo tanto logrado en jugada y otro de penal, decisivo y en el descuento del último partido. Esa es Grecia .

Los helenos repiten la actuación de la Eurocopa 2012, cuando accedieron a los cuartos de final con cuatro puntos, tres logrados al ganar 1-0 contra Rusia en el último partido de la fase de grupos.

Pero su historia de sufrimiento comenzó antes de llegar a Brasil. Segunda en su grupo de calificación por detrás de Bosnia (ganador con un excelente balance de ocho victorias, un empate y una derrota; pero eliminada en Brasil) con solo 12 goles logrados, consiguió el pase en la repesca ante Rumania.

Pero quizás el ejemplo que ilustra de manera más clara el estilo griego sea la Eurocopa 2004, en la que lograron una de las mayores sorpresas de la historia del torneo al levantar la Copa en lo que fue un monumento al minimalismo, ganando casi siempre por 1-0.

Aquel equipo lo dirigía el alemán Otto Rehhagel, ídolo en el país desde entonces, y uno de sus jugadores más destacados era el carismático Angelos Charisteas.

Giorgos Karagounis y Kostas Katsouranis, supervivientes de aquel grupo 10 años después, son la garantía de la solidez griega.

Buena cara. A la cabeza de la selección está el entrenador portugués Fernando Santos, aparentemente siempre de mal humor, salvo cuando se le escapa una sonrisa al hablar de su juego defensivo.

Sin opciones ante la poderosa Colombia (derrota 3-0), sólida y combativa con Japón (empate 0-0) y oportunista y tácticamente superior contra Costa de Marfil, Grecia mejoró con los días.

Una vez más la primera fase mostró su capacidad para seguir luchando a pesar de las adversidades. Ante Japón sufrió la expulsión de Katsouranis y contra Costa de Marfil se repuso a las lesiones del portero Orestis Karlezis y del centrocampista Panagiotis Kone.

Los griegos también han sobrevivido a un conflicto interno; la discusión con insultos entre Giannis Maniatis y Giorgios Tzavellas, con el antagonismo entre dos de los grandes clubes del país, el Olympiakos del Pireo y el PAOK Salónica, como fondo de la controversia.

Pero Grecia sigue en la ruta, dispuesta a aguarle la fiesta a Costa Rica, uno de esos equipos que copan más portadas en Brasil.