Francia-Alemania: Un duelo épico y de heridas abiertas

En España 82, germanos y galos le heredaron al planeta un choque inolvidable

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El 8 de julio de 1982, Francia y Alemania escribieron una de las páginas más memorables en la historia de la Copa del Mundo.

El estadio de Sevilla fue escenario de uno de los duelos semifinales del Mundial España 82, que quedó grabado para siempre en la retina del planeta fútbol.

Los galos ganaban 3-1 en la prórroga, pero la Mannschaft igualó el marcador a 12 minutos del final.

Llegarían los lanzamientos desde el manchón blanco y ahí, Alemania acabó triunfando con un 5-4 que dejó a Michel Platini y la generación dorada de Francia mordiendo la amargura.

Cuatro años después, en las semifinales del Mundial México 86, Francia pudo haber cobrado venganza en Guadalajara, pero dejó escapar la oportunidad y cayó 2-0, dándole a los germanos su segundo pase consecutivo a una final.

Ahora, 28 años después, se volverán a ver las caras en un atractivo partido por los cuartos de final de Brasil 2014 que, inevitablemente, desempolvará aquella página mundialista y abrirá otra vez las heridas francesas.

Sudar. Aunque lograron superar la fase de grupos con relativa facilidad, los dos combinados europeos sufrieron de más para derrotar a sus rivales en octavos de final.

Sobre todo los germanos, que necesitaron de la prórroga para vencer 2-1 a una aguerrida selección de Argelia, imbatible durante los 90 minutos.

Los Bleus no tuvieron que recurrir al tiempo extra, cierto, pero definieron la serie contra Nigeria muy carca del final con los tantos de Paul Pogba (79’) y un autogol de Joseph Yobo (90+1’).

Sin embargo, el sudor de más no le resta méritos a dos de los equipos que mejor fútbol han mostrado hasta ahora en Brasil 2014.

Alemania, con su casi obsesiva pasión por el toque –son el equipo más pasador de la Copa, con 2.560–, han labrado un sistema ofensivo que les ha permitido ver puerta en nueve ocasiones, cuatro de ellas a través de un encendido Thomas Müller que parece dispuesto a revalidar el título de goleo conseguido en Sudáfrica 2010.

Francia también tiene su poder ofensivo, aunque un poco más expedito, con un juvenil Pogba sin miedo a conducir el balón y un Karim Benzema ceñido en dejar en la red cuanta pelota ronda el área.

Las cartas están tiradas. El cuarto duelo mundialista entre ambos –sumado el juego por el tercer puesto en Suecia 58, ganado por Francia 6-3– podría ser la venganza francesa o sumarle una raya más a las victorias alemanas.