San José (Redacción). La selección de Estados Unidos necesitó muy poco fútbol para derrotar 1-0 a su similar de Panamá y dejarse la edición 2013 de la Copa Oro.
Una sola anotación de Brek Shea, al minuto 69, bastó para que los dirigidos por Jurgen Klinsmann conquistaran su quinto título de la Concacaf, el primero desde 2007.
En la etapa inicial, el miedo de los panameños se sumó a la incapacidad en creación de los norteamericanos, quienes apenas lograron rasguñar un buen bloque defensivo impuesto por los visitantes.
El 0-0 no sorprendió a nadie, pues en el primer tiempo no se registraron acciones de peligro en alguno de los dos marcos.
Para el segundo tiempo, la tónica del compromiso varió, pues Estados Unidos apretó con más insistencia y quiso sentenciar de una vez el asunto.
Primero lo intentó Landon Donovan, aunque su remate de cabeza fue desviado.
El premio para los estadounidenses llegó al 69', cuando Shea, quien apenas tenía un minuto de estar en la cancha, tras sustituir a Joe Corona, aprovechó una asistencia de Alejandro Bedoya para sobrepasar la resistencia de Jaime Penedo.
En la acción se pidió fuera de juego, pues Shea impulsó el balón muy cerca de la línea de gol, siendo él el último hombre.
Eddie Johnson pudo doblar la ventaja, pero envió por lo alto un intento muy claro.
Sin argumentos ofensivos, Panamá no tuvo respuesta y tuvo que resignarse al segundo lugar de la copa, algo que de igual forma, no deja de ser meritorio para una selección que llegó con poco cartel a esta copa.
Del lado estadounidense, quedó la alegría de recuperar el trono de la Concacaf tras seis años (perdió las finales de 2009 y 2011 ante México, 0-5 y 2-4 respectivamente), en un año que comenzó con dudas sobre la continuidad del alemán Jurgen Klinsmann.