São Paulo. AFP y ap Las obras del Estadio de São Paulo se atrasarán más allá del ultimátum del 31 de diciembre fijado por la FIFA, tras el accidente que causó la muerte anteayer de dos trabajadores, pero no será excluido del Mundial 2014.
“Los accidentes ocurren. Lamento mucho las muertes, pero tengo absoluta convicción de que la Copa será abierta” en São Paulo, afirmó José María Marín, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y del Comité Organizador Local (COL) del Mundial.
“El estadio no va a quedar fuera de la Copa”, indicó, por su lado, el director del COL, Ricardo Trade, al diario O Estado de São Paulo.
El nuevo estadio en construcción, conocido como Itaquerao y propiedad del club Corinthians, debe acoger el partido inaugural del Mundial el 12 de junio del 2014 y otros cinco encuentros del torneo.
Su construcción –así como la de los otros 11 estadios de la Copa del Mundo– debía estar finalizada el 31 de diciembre, para dar suficiente tiempo a la FIFA de organizar “eventos test” de cara al Mundial.
Reportes de la prensa brasileña citan a obreros no identificados que culpan al apuro por terminar la Arena Corinthians por la decisión de levantar el último pedazo del techo, a pesar que el terreno alrededor del edificio estaba blando luego de varios días de fuertes lluvias.
La hipótesis de que el terreno mojado cedió ante el peso del equipo es una de las tres principales líneas de la pesquisa. Las otras teorías apuntan a error humano y algún problema con la grúa.
Pero expertos indican que su entrega se retrasará por las investigaciones que requieren paralizar al menos parcialmente las obras.
“Es imposible hacer cualquier previsión en este momento de que eso (el accidente) va a atrasar alguna cosa. De todos modos, no podemos pensar que si se atrasa tres meses, el estadio va a estar fuera de la Copa del Mundo”, apuntó, asimismo, Trade al diario O’ Globo .
Las obras –avanzadas en un 94% al 13 de noviembre– pueden atrasarse de un mes a dos meses por el accidente, sucedido cuando una enorme grúa que levantaba el último de 38 pedazos de la cobertura, del tamaño del fuselaje de un avión 767 y un peso de 420 toneladas, se vino abajo con su carga, destrozando parte de las gradas del estadio y una gigantesca pantalla LED.
“Yo tengo la esperanza de que la Copa tendrá su apertura en el estadio de Itaquerao, creo en esto. Por ahora es más una manifestación de fe, de confianza, que una conclusión a partir de datos objetivos”, manifestó José Roberto Bernasconi, presidente del Sindicato de Arquitectos e Ingenieros en Brasil, que sigue las obras del Mundial.
En un inicio, el accidente no comprometió la estructura, estimaron arquitectos e ingenieros a cargo del estadio, así como la Defensa Civil, del ministerio de Trabajo y del sindicato de trabajadores de la construcción pesada, que inspeccionaron ayer el escenario.
Las obras fueron suspendidas por luto hasta el domingo inclusive. Un 30% de ellas seguirán paradas por lo menos varios días más.
La fiscalía de Sao Paulo dijo que aplazará la totalidad de la obra “si los elementos técnicos indicaran la necesidad de suspenderla”.