La Selección no pasó inadvertida de la mira de la estrella estadounidense Landon Donovan .
Desde que el atacante, en ocasiones mediocampista, debutara con la representación Mayor de su país en el 2000 (cuando apenas cumplió 18 años), se midió a la Tricolor en nueve ocasiones, en las cuales distribuyó tres goles.
La primera actuación fue en la magnífica eliminatoria tica hacia Japón y Corea del Sur 2002. Fue un 5 de setiembre en el Ricardo Saprissa, día en que Costa Rica amarró el boleto al Mundial.
Ese partido quedó 2-0 y caló hondo en la memoria de Donovan, quien todavía califica a la Cueva como uno de los escenarios más difíciles para jugar debido al ambiente en la gradería.
Sin embargo, sus primeras dos anotaciones llegaron hasta cuatro años después, en una goleada estadounidense por 3-0 en Salt Lake, camino a Alemania 2006.
Los marcó al 5’ y al 61’ al guardameta Álvaro Mesén.
“Él es diferente porque es muy inteligente. Se sabe ubicar demasiado bien. Es rápido y te buena técnica. Todas esas características lo hacen leer muy bien el juego ”, adujo el portero.
Uno más. El otro fue gol fue en la frustrada ruta hacia Sudáfrica 2010, en un duelo que se jugó cuando todavía las cosas iban bien.
Se ganó 3-1, de nuevo en el Saprissa. Ese descuento fue de Donovan, de penal, al 90’.
El arquero era Keylor Navas, quien seguramente lo volverá a enfrentar el próximo 6 de setiembre, pero esta vez en el Nacional.
Ese día anotó Pablo Herrera.
“No es el más rápido, ni el más fuerte, ni el más explosivo. pero es demasiado inteligente. Sabe buscar los espacios y pone el balón donde lo tiene que poner”, adujo el ahora volante de Cartaginés.
Además, durante esos juegos, Donovan también dio cinco asistencias, lo que lo convierte en un peligro no solo en la red, sino también en la creación.
Sin embargo, Costa Rica no es el país que más sufrió con los logros del número “10”.
Las selecciones que más goles recibieron de parte de Donovan fueron Cuba con ocho, Honduras con seis, México con cinco y Panamá con cuatro. Colaboró José Fernando Araya.