El reto de la Selección Nacional es el mismo de toda la eliminatoria: ganar

La Selección ya se clasificó a Brasil 2014; no obstante, hay muchas razones que la harán no relajarse y salir a triunfar

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Estar ya con el boleto al Mundial de Brasil 2014 en la mano no quiere decir que la sangre se heló.

Las ganas de seguir puliendo al equipo de cara al certamen planetario del otro año y la meta de ser primeros de la zona de la Concacaf por segunda vez en la historia todavía están presentes en los jugadores y en el cuerpo técnico de la Selección Nacional .

Además –aunque esto solo se dice en voz baja– también está la tentación de arruinarle las ilusiones de clasificación a alguien por ahí. Quizás hasta se ubique más arriba en la lista de prioridades (y lo mismo sucederá el martes).

Por eso hoy ante Honduras, el archirrival tico de tal vez los últimos cincuenta años, sí habrá pique, esfuerzo y sudor.

No habrá nada de guardar la pierna o dejar correr una pelota por la línea de fondo. Los tres días de trabajo intenso en la concentración en Guápiles lo dejaron bastante claro a todos.

También lo hizo la intención del entrenador Jorge Luis Pinto de salir a la difícil cancha del Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula con prácticamente el mismo equipo que tantos réditos le dio a lo largo de toda de esta eliminatoria al Mundial.

El timonel no dudó en volver a meter al guardameta Keylor Navas y al mediocampista Christian Bolaños a la titular, luego de una sanción por amarillas. No se guardó a ninguno de los que podría recibir igual castigo y no jugar ante México el próximo martes. No tuvo necesidad de esconder que seguirá con su esquema de 5-4-1.

Por donde quiere que se le mire, todo indica que el reto se aceptó y se enfrentará con la cabeza en alto.

A considerar. Aparte, la Tricolor llega con varias cosas en la columna del haber que no quiere perder, tales como un invicto de seis fechas en esta hexagonal y otras en la del debe que quiere alcanzar, tales como que aún no obtuvo victorias en calidad de visitante.

Qué más valioso que hacerlo en el mismo escenario donde hace cuatro años la Tricolor salió humillada por un 0-4, marcador que, de paso, los catrachos recuerdan demasiado a menudo y que los ticos definitivamente quieren olvidar.

Por todo eso es que hoy el reto es el mismo de siempre: ganar.