Las vueltas del destino. Un legendario astro del balompié alemán, Lothar Matthäus, fue quien decidió hace ocho años la suerte de la Sele en el sorteo de los grupos.
Su “mano inocente” fijó el 9 de diciembre del 2005 que Costa Rica inauguraría la Copa Mundial del 2006 con el anfitrión, Alemania.
Matthäus sacó la bolita y Markus Siegler, director de Comunicaciones de la FIFA, manifestó que Costa Rica iría al grupo A.
La gala se difundió a 320 millones de personas, en unos 150 países, y contó con 4.000 invitados y 1.600 periodistas, en el Palacio de Congresos de Leipzig, Alemania.
La apertura entre ticos y alemanes se disputó 9 de junio de ese año, en Múnich, y los teutones vencieron, 4-2, en un intenso choque.
Según la rifa, Ecuador y Polonia fueron los otros rivales en el bloque. La Tricolor cayó por 0-3 contra los suramericanos, en Hamburgo, y 1-2 ante los polacos, en Hanóver, para sumar tres reveses al hilo, que hundió al equipo de Alexandre Borges Guimaraes en la penúltima casilla del campeonato, en la 31°.
Era la segunda vez que los germanos organizaban un sorteo. La ceremonia para el Mundial de 1974 se hizo en Fráncfort y fue más bien sobria con respecto al de Leipzig, donde se disputaron cinco juegos.
En el 2005, el espectáculo musical y cultural fue grande, con la presencia de glorias futbolísticas como Pelé y Johan Cruyff, así como del cantante colombiano Juanes.
Aquella Copa siguió el lema “el mundo entre amigos” y fue ganada por Italia, que se hizo de su cuarto título universal, tras empatar 1-1 y vencer 5-3 en penales a Francia.