Como sea, pero la Selección de Costa Rica irá al Mundial

Empate en Jamaica no debe demeritar la clasificación anticipada de la Sele

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe
Ver más

Kingston, Jamaica. La Selección Nacional se clasificó ayer al Mundial de Brasil 2014 . Eso es lo único que debe quedar en la mente de los ticos por un buen rato.

Con alegría, con sufrimiento, con tensión, en fin, con una gran mezcla de emociones, la Tricolor obtuvo ese ansiado boleto, uno que se necesitaba desde aquella fallida travesía por Alemania en el 2006.

Sí, el empate en Jamaica fue un balde de agua fría, casi congelada; empero, no debe obviarse que gracias a ese punto el pasaje se visó con dos fechas de anticipación.

De hecho, aunque nadie debate el deseo colectivo de querer tres puntos (más cuando se tuvieron tan cerca), la igualdad se apega a la fórmula de triunfar en casa y puntuar de visitante, la cual Costa Rica cumplió casi a la perfección a lo largo de esta hexagonal.

Es más, ya quisieran los hondureños o los mexicanos estar viviendo la realidad costarricense.

En cambio, están sumidos en una tremenda incertidumbre de la cual más abajo en el mapa nadie se acuerda (o interesa).

Para celebrar. Hay decenas de escenarios que podrían haber entopercido el momento por completo, pero ese gol al 92’ no debe opacar todo lo hecho durante esta ronda hexagonal de Concacaf.

Los partidos que con base en fútbol y coraje este equipo ganó deben estar muy presentes en la retina en lo que resta de la eliminatoria. No se puede borrar todo por un descuido entre un montón de aciertos.

Aparte, a fin de cuentas, lo único que hizo fue que los ticos debieran esperar por una hora más para festejar. Lo único que hizo fue que hubiese que bajarse del carro y volver a prender la televisión por un rato.

Jamás puede erradicar la sensación de éxito, orgullo y felicidad que debe haber por avanzar al cuarto Mundial a nivel Mayor en su historia (Italia 1990, Japón y Corea del Sur 2002 y Alemania 2006).

Ahora es tiempo de celebrar. Todavía falta un mes para el siguiente partido en suelo catracho (que seguramente los seleccionados no querrán perder y podría servir para recuperar la cima de la tabla).

Luego ya vendrá esa etapa donde hay que llamar a la calma y empezar a pensar en lo que se quiere lograr en Brasil. Porque que nadie se engañe, esto no es el final, si no el comienzo. Declaraciones tomadas de transmisión de Radio Columbia.