El pasado verano Clint Dempsey volvió a Estados Unidos para convertirse en el nuevo rostro de la creciente Major League Soccer (MLS). El Tottenham lo vendió por $9 millones y él firmó un contrato de $42 millones por cuatro temporadas con el Seattle Sounders, una joven franquicia que aún no conquista su primer campeonato.
Lo que pagarán al goleador estadounidense solo se asemeja al monto que el Galaxy de Los Ángeles le pagó a la estrella inglesa David Beckham para que elevara la imagen del soccer en un país más que cautivado por otros deportes como el baloncesto, el béisbol y, sobre todo, el fútbol americano.
Así que Dempsey, a los 30 años de edad, se convirtió en el nuevo rostro del balompié en su país, el hombre franquicia de Seattle y una pieza fundamental en los ambiciosos planes de crecimiento de la MLS.
Este rapero de afición proviene de en una familia humilde de Nacogdoches, Texas, y es el personaje indicado para desarrollar una imagen de origen obrero para el fútbol. Un intento por acercar el fútbol a las clases más sencillas de Estados Unidos.
Clint usará el dos en la camiseta, un número extraño para un delantero pero que se relaciona con el mote Deuce, su nombre artístico cuando se dedica a ejecutar canciones de hip-hop .
En cuanto a la selección, hoy seguramente cumplirá su partido 100. Es el segundo mejor anotador (35 dianas) y ha asistido a dos mundiales, anotando tanto en Alemania 2006 como en Sudáfrica 2010.
Respecto a los clubes, la principal parte de su carrera la pasó en el Fulham, donde se convirtió en el máximo anotador estadounidense en la Premier League, al marcar en 50 ocasiones (anotó un total de 57 en su paso por Inglaterra).
Allí se hizo amigo del costarricense Bryan Ruiz la campaña antepasada, en la que se destacó como uno de los mejores jugadores de la liga, con 17 goles en la temporada.
De allí que se ganara la atención de varios clubes, entre ellos el Liverpool. Mas, el artillero norteamericano acabó siendo transferido al Tottenham, donde tuvo poco suceso en una única campaña.