Baltimore, Maryland. El ingrato trajín de la Copa de Oro comienza a pasarle la factura a los jugadores de la Selección Nacional.
Traslados de varias horas entre una ciudad y otra, temperaturas de más de 30° C y juegos cada tres días se han acumulado durante las últimas dos semanas para la Tricolor.
Ayer, durante la primera práctica de la Selección en Baltimore, la temperatura alcanzó los 36° C y los futbolistas requirieron una hidratación abundante.
Tanto los jugadores como el cuerpo técnico del seleccionado reconocieron que tener un día más tiempo para preparar el juego de este domingo es de gran ayuda en su lucha para evitar que los elementos externos los perjudiquen.
“Es beneficioso tener cuatro días, poder descansar un poquito más y recuperarse. El partido del martes ante Estados Unidos fue muy difícil para nosotros: veníamos de un viaje muy largo y llegamos a un lugar donde la temperatura era muy alta”, explicó el preparador de porteros Gabelo Conejo.
“Hay que tomar en cuenta que tenemos tres futbolistas que juegan en Noruega, donde no se dan climas así, y este calor los golpea muy fuerte”, añadió.
Por su parte, el volante Yeltsin Tejeda afirmó que los viajes y las condiciones climáticas los están llevando a dosificar un poco el esfuerzo desplegado en la cancha.
“Se hace poco cansado la frecuencia de los viajes; sin embargo, lo que más nos está cansando es la temperatura, el verano es muy fuerte y hay que medirse un poco en los entrenamientos”, resaltó .
Posible baja. El defensa central Michael Umaña se convirtió en uno de los primeros en mostrar ese cansancio típico de la Copa de Oro.
El zaguero saprissista no se entrenó ayer, debido a que presenta una sobrecarga muscular en los aductores, y solo recibió un masaje terapéutico en las instalaciones de la Universidad de Notre Dame.
Umaña ha sido uno de los jugadores más regulares durante este torneo (actuó en los tres partidos de la fase de grupos) y todavía no es baja para el juego del domingo.
El propio futbolista reconoció que su regularidad en la Selección durante los últimos meses le ha impedido hacer una pretemporada.
“Yo sé que hay una carga de trabajo, vengo desde hace tiempo, un par de años quizá, que no he podido hacer pretemporada.
“Soy una persona que siempre he tratado de cuidarme, de ser lo más profesional posible, pero me tocó ahorita el resentimiento”, aseguró el defensor.
Según las estadísticas del sitio soccerway.com, desde el 19 de marzo del 2011, el zaguero nacional ha disputado al menos un partido al mes, siendo febrero del 2012 el que marcó un récord de juegos, con siete, y diciembre del 2011, el que menos veces actuó (un partido con la selección).
En el último año, el defensor saprissista jugó 57 partidos.
“Lógicamente llega un momento en el que el cuerpo pide descanso, entiendo si hay molestias en Saprissa, pero si estoy acá es porque quiero”, concluyó.