Argentina logra un boleto teñido de modestia

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Argentina se convirtió este sábado en el quinto clasificado a los octavos de final del Mundial de Brasil por detrás de Holanda, Chile, Colombia y Costa Rica, solo que sin el heroísmo de estos.

Igual que todos ellos lo hizo en solo dos presentaciones, pero con un rendimiento mucho más discreto que esos primeros invitados a la siguiente ronda.

La Albiceleste ganó sus dos compromisos iniciales en la cita planetaria ante Bosnia y Herzegovina (2-1) e Irán (1-0), ambos con una dosis demasiado alta de modestia para un favorito al título, alejado completamente del rendimiento que se le auguraba y con una renta de dudas que parecen ser más que sus puntos.

Solo Lionel Messi, el gran foco de ilusión en un país que sueña con levantar la copa en territorio enemigo, es el que ha encontrado la forma de mantener a flote la barca.

Lejos de su mejor versión y más cercano a la mortalidad de los últimos meses, el virtuoso atacante consiguió ante bosnios e iraníes sacarse un poquito de magia de esa zurda prodigiosa. Apenas lo justo, ni más ni menos, para que Argentina no se complique demasiado en una Copa que parece estar disfrutando de las sorpresas de los pequeños y la caída de los grandes.

“Este grupo sigue con la misma ilusión y las mismas ganas pero sabemos que tenemos mucho margen para mejorar. Vamos a seguir intentando alcanzar nuestra mejor versión ”, dijo el 10 argentino ayer.

Esa misma intención ya se anunciado tras la también sufrida victoria ante Bosnia, aunque poco cambió en el conjunto dirigido por Alejandro Sabella.

La culpa está lejos de recaer solo en Messi, porque a su lado otros nombres como el de Ángel di María, Sergio Agüero o Gonzalo Higuaín siguen alejados de ese cartel de figuras del que todos gozan en Europa, el mismo que Argentina no ha enseñado en Brasil.