Super Bowl: El súper domingo de las alitas de pollo

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Hoy se celebrará la edición 50 del Super Bowl, el gran final de la temporada 2015 de la Liga Nacional de Fútbol Americano de los Estados Unidos.

El partido enfrentará a las Panteras de Carolina contra los Broncos de Denver, en un evento que, sin dudas, volverá a romper toda clase de récords en la liga y en la televisión (además de revivir un añejo debate sobre si es válido o no que un tico disfrute de este deporte, pese a no ser tradicional en el país).

El Super Bowl es un evento enorme, diseñado para superar, con cada edición, sus propios extremos. Este año, uno de esos extremos estará asociado a la cintura de quienes seguirán el juego por televisión.

De acuerdo con estadísticas emitidas por el Consejo Nacional del Pollo, una organización sin fines de lucro que mide el consumo de carne aviar en Estados Unidos, este domingo se consumirán 1,3 miles de millones de alitas de pollo solo en el país norteamericano.

Esta cifra, abstracta y gigantesca, difícil de imaginar, se puede representar de diversas e interesantes formas.

Por ejemplo, es posible cubrir 53 veces la distancia entre el estadio de las Panteras y el de los Broncos –2.186 kilómetros– colocando esa cantidad de alitas una junto a la otra.

También es posible colocar unas 600 alitas en cada uno de los asientos de los 32 estadios que forman parte de de la N. F. L. (el MetLife Stadium, hogar de los Gigantes y de los Jets de Nueva York, se podría llenar dos veces).

Si se colocan todas esas alitas de pollo, se obtienen 162,5 millones de libras, o casi 74 millones de kilos, o unas 81.250 toneladas.

Para lograr ese mismo peso, es necesario sumar el de los 106 jugadores de los Broncos y las Panteras –53 por equipo– y multiplicarlo 6.325 veces.

El Consejo Nacional del Pollo vaticina que el 75% de esas alitas provendrá de restaurantes y no de supermercados, lo que equivale a un día gigantesco para la industria gastronómica estadounidense y no tanto para la comida hecha en casa.

Por supuesto, hay espacio para la cábala.

En cuatro de las últimas cinco ediciones del Super Bowl, la ciudad donde más pollo se consumió terminó por ganar el partido. Si las Panteras ganan hoy, la profecía aviar se cumplirá de nuevo.