Son como una familia normal

¿Qué tan extraño puede ser habituarse a ver a los hijos jugar el famoso Super Bowl?

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Archie Manning nunca pudo jugar un Super Bowl y por eso se aseguró de que sus hijos no pasaran sus mejores años como mariscales sin saborear el triunfo que él no tuvo.

Hoy ese trabajo rinde frutos. Eli y Peyton disputaron cuatro Super Bowl; Eli ganó dos, Peyton uno.

Esto quiere decir que Archie y su esposa, Olivia, vieron a sus hijos –histérico uno y calmada la otra– en cuatro de las últimas seis finales del futbol americano.

Super Bowl XLVI. Mientras Archie saltaba del asiento y figuraba como si quisiera estar jugando el partido en lugar de Eli, el domingo pasado, Olivia estaba tranquila. Ni siquiera en el último segundo, cuando los Gigantes casi pierden, Olivia se sintió ajetreada.

La razón: nunca dudó de que Eli pudiera ganar el partido, según les contó luego a los periodistas.

Por su parte, el hijo del medio, Peyton, se encontraba en una suite distinta del hotel de Indianápolis, sentado, en una tensa soledad, apoyando al que vio crecer como su hermano pequeño.

De Cooper, el mayor de los tres hijos, no se sabe qué estaba haciendo, pero es casi seguro que realizaba alguna payasada para liberar la tensión del momento.

Esta anécdota y más de esa noche en la que el mariscal de los Gigantes fue “Eli verdaderamente un hombre entre Mannings”, lo cuenta el periodista Ian O’Connor, una autoridad de los deportes en Nueva York, autor del libro The Captain: The Journey of Derek Jeter, sobre el jugador de los Yanquis, una figura muy parecida a la de Eli.

Así de extraño pero simple es para los Manning pasar esos domingos de Super Bowl, Día de Acción de Gracias o play-off. Simplemente, esta familia ya ve la grandeza como parte de su cotidianidad.

Los Manning son de las estrellas menos controvertidas del deporte estadounidense. Reconocidos por su carácter familiar y ameno, nunca fueron vinculados a escándalos de sexo, drogas o violaciones a la ley. Más bien, es utilizada como un ejemplo de la “buena familia”.

Cultivados en el futbol. En Internet no es difícil encontrar videos del pequeño Peyton de tres años, lanzando ovoides. Tampoco de pleitos y agarrones infantiles, siempre con uniformes de futbol americano.

Tan pronto salieron del vientre, los hijos de Archie fueron cultivados para un día comandar la NFL.

Cooper era toda una promesa como receptor, pero problemas en la espina dorsal acabaron su incipiente carrera. Así que se dedicó a ser exitoso en los negocios.

Peyton está siempre en las discusiones de quién es el mejor mariscal de la historia. En 1998 fue la primera selección de los Colts y este equipo no hizo más que apegarse a su grandeza.

Tiene múltiples récords de la liga, siendo los más importantes el ser el único designado cuatro veces Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada y sus seis campañas continuas con más de 4.000 yardas a través de pases.

Para Eli, su padre escogió el equipo, evitando que fuera a los Chargers en favor de los Gigantes. Allí, en solo ocho campañas, el hermano pequeño ya se convirtió en el mariscal de más títulos de la franquicia, una de las más reconocidas de toda la NFL.