El estadio de San Petersburgo se escuchó como cualquier barrio de Costa Rica este viernes. De este lado del mundo, miles de televisores se encendían desde la madrugada para esperar a la Selección Nacional. De aquel, docenas de ticos se pintaban las mejillas con el blanco, azul y rojo para llenar las graderías de los colores patrios.
Una y otra vez se alzaron los chonetes, se agitaron las banderas y se calentaron las gargantas allá, frente a un equipo patrio que daba su último esfuerzo por lograr superar la primera fase del Mundial de Rusia 2018.
Desde aquí les copiamos el "oe, oe, oeee, ticos... ticooos", el "Vamos Sele", el "Sí se puede" y todo lo que hiciera falta por el equipo.
Los de acá y los de allá aguantamos juntos la respiración durante casi 90 minutos y mirábamos el reloj con la esperanza de quedar empatados a cero para mantenernos con vida, pero en los últimos minutos Brasil se impuso. Ni modo, así es el fútbol.
Nos queda el buen recuerdo de estos ticos que viajaron a Rusia desde diversos lugares del país para formar juntos, como si se conocieran desde hace años, una sola barra de apoyo a la Sele. Ellos, lectores de La Nación, nos compartieron sus mejores recuerdos en el grupo que creamos en Facebook “Ticos a Rusia”.
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