Planteo otras preguntas similares…
¿Es un mal costarricense quien se atreve a poner en entredicho la capacidad del director técnico Óscar Ramírez para dirigir nuestra Selección Mayor en un torneo del nivel y exigencia de un Mundial? ¿Es infalible el Macho?
¿Califica como "traidor a la Patria" el aficionado que osa cuestionar el desempeño y rendimiento de los seleccionados de nuestro país en Rusia 2018? ¿Son intocables estos deportistas? ¿Son apóstoles o profetas a los que hay que trasladarlos en andas?
¿Se arriesga a ser excomulgado de la santa religión del fútbol quien abra la boca o ingrese a Facebook para expresar su malestar con lo que considera una gestión poco visionaria y pobremente estratégica de los máximos dirigentes del balompié tico?
¿Tenemos que uniformar criterios, pensar todos igual, no salirnos del discurso del “equipo de todos”, aplaudir, alabar, ensalzar, idolatrar, rendirle pleitesía y adorar a quienes nos representan por unos días en los dominios de Vladimir Putin?
¿Si todos, absolutamente todos los costarricenses, incluidos los ateos que no creen en el dios Gol, nos unimos en una cruzada nacional en pro de abstenemos de cuestionar, objetar, contradecir, polemizar, discutir, debatir, señalar errores, pedir cuentas, confrontar, entonces se nos hará el milagro de repetir o superar lo logrado en Brasil 2014? ¿San Johan Venegas anotará ante Brasil? ¿El ayuno de crítica nos conducirá a la final de la Copa? ¿El incienso del silencio nos salvará de una goleada endemoniada? ¿Los goles de Christian Bolaños Arcángel nos llevarán a todos al próximo Mundial?
¿Está prohibida la crítica en los diez mandamientos? ¿Forma parte de los pecados capitales? ¿Es acaso el fruto prohibido que saborearon Adán y Eva? ¿Forma parte del extenso y quisquilloso capítulo de prohibiciones del Manual de Ética del Buen Ciudadano?
¿Son herejes, blasfemos, Judas, apóstatas de la fe tica y firmes candidatos a la hoguera de las tarjetas rojas o a la lapidación con tacos y silbatos quienes caen en la tentación de criticar a la Sele y a todos los abnegados mártires que acompañan al equipo en Rusia?
¿Es irreverente cuestionar nuestros dogmas futbolísticos? ¿Tenemos que comportarnos como fanáticos de los servicios religiosos que se realizan en los templos de graderías y gramilla? ¿Es pecado mortal criticar a la Sele?