El puntapié inicial del camino a Rusia 2018 significa para los revendedores el comienzo de una época de bonanza.

"Aquí no hay otra cosa que sea más fuerte que el fútbol", confiesa Marco Vinicio Paniagua, quien tiene 40 años metido en el negocio de la reventa.

"La eliminatoria al Mundial es un buen momento para ganarse unos pesitos. Los jugadores de la Selección son los que venden el producto", añadió Paniagua, quien asegura que los comienzos suelen ser fríos, especialmente por la calidad del rival a enfrentar.

"En los primeros partidos la reventa en sencilla y normal, pero si pasamos a la otra ronda, donde ya estamos contra México, Estados Unidos y Honduras, son reventas grandiosas. Cuando el total del boletaje se vende, uno se defiende bien", indicó.

Riesgo conocido. Paniagua, quien también vende lotería en la avenida central, asegura que el riesgo de invertir y perder forma parte del negocio. Los que se dedican a ello, conocen de antemano ese doble filo.

"Es un riesgo grande porque la inversión es alta. Uno juega con lo que uno conoce y cree que sabe. Muchas veces hay pérdidas pero esto es un negocio, como en el fútbol, que se gana, se empata o se pierde. Ahí es donde el revendedor se la juega", contó.

También se refirió a la experiencia vivida hace dos años en la ronda clasificatoria a Brasil, en la que a un grupo de revendedores les decomisaron los boletos.

"Lo que se hizo la vez pasada fue un abuso de autoridad porque a estas alturas no hay una sola denuncia de que las entradas eran robadas o falsificadas.

"Muchas veces la afición, la prensa y los dirigentes critican al revendedor y dicen que acaparó las entradas y que las vende muy caras, pero cuando estas salen a la venta, es para todos. Que el revendedor se anime a arriesgar su dinero y a comprar entradas con tiempo, ya no es su culpa", dijo.

Un fiebre de la Sele trabaja de sol a sol para pulir césped del Estadio Nacional

Por Daniel Jiménez

Hace un trabajo invisible en casa detrás de la eliminatoria mundialista, casi imperceptible para muchos, pero es el encargado de una de las funciones más importantes: el cuido de la gramilla natural del Estadio Nacional.

Henry Obando Obando, oriundo de Pitahaya de Puntarenas, tiene casi cuatro años de ser el encargado de que el césped de La Joya luzca más que impecable, máxime cuando juega la Selección Nacional.

Quien piense que este trabajo es sencillo, está totalmente equivocado. En ocasiones la jornada es de más de ocho horas diarias, de domingo a domingo y se labora bajo una temperatura de al menos 29° centígrados.

Obando, quien se declara un acérrimo seguidor de la Tricolor , afirma que vive el arranque del camino mundialista de una manera muy particular.

“La verdad es que es una experiencia lindísima saber la responsabilidad que tengo porque debo quedarle bien al técnico, jugadores y aficionados, que todos vean que la cancha está impecable”, contó Obando.

El encargado de pulir la gramilla del Nacional aseguró que el estratega Óscar Ramírez no es muy exigente, pues ya sea con Alajuelense o ahora con la Mayor, siempre le ha agradado como mantiene el césped.

“Óscar nunca me ha dicho nada, para él siempre ha estado en muy buen estado de forma, le gusta que el zacate está a uno 21 o 23 milímetros y también regarla en algunas ocasiones para que el balón ruede más rápido”, añadió.

Este semana Obando entra a las 6 a. m. todos los días y su jornada no finaliza a las 2 p. m pues debe hacer de cuatro a seis cortes diarios. “Los días previos al compromiso hay que tener más cuidado, hay que hacer muchos cortes, incluso el día del partido nos podemos llevar mucho más rato, pueden ser de cinco a seis”.

Un punto que es fundamental es mantener oxigenada la grama porque eso permite que el balón ruede a la perfección.

“Tenemos un rodillo de picos que hay que pasarlo cada semana, todo eso ayuda a que los jugadores no tengan ningún problema el día del partido”, citó.

El viernes, día en que se inicia el camino a Rusia 2018, el partido ante Haití será a las 8 p. m., pero la jornada para Obando se inicia 14 horas antes del pitazo inicial.

Él lo hace con mayor esmero al ser día de juego, con más pasión de lo normal, y mientras lo hace imagina un triunfo de la Sele.

Alexandre Guimaraes disfruta vestir la camisa 5 de la Selección en su faceta de aficionado

POR Fanny Tayver / fanny.tayver@nacion.com

Hace poco más de 25 años Alexandre Borges Guimaraes alistaba sus tacos para jugar en el mediocampo de la Tricolor.

Vino una época en la que vestía de traje y corbata como seleccionador. Y ya tiene preparada la camiseta que lucirá el viernes en el Estadio Nacional.

Ese día, en el primer partido de Costa Rica en la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia 2018, Guima llevará en su espalda el 5, justamente el número que distingue en la cancha a su hijo, el volante Celso Borges.

Como jugador lo disfrutó y fue una pieza importante en Italia 90. Como entrenador escribió más historia en los Mundiales de Corea y Japón 2002 y Alemania 2006. En su faceta de aficionado, Guima también goza, porque aprendió a vivir la pasión por la Sele desde el otro lado de la línea.

"Lo disfruto de una manera diferente, pero me encanta poder ver los partidos de la Selección, me encanta ponerme la camisa 5 de la Selección, gritar, decir tonteras, la paso muy bien", manifestó Guimaraes.

"En la eliminatoria pasada me tocaba siempre despertarme a las tres o cuatro de la mañana, por la diferencia de hora con China. Era muy extraño gritar un gol a las 4 a. m. encerrado en una habitación en Asia. Y también vibré en Brasil 2014. A nivel emocional ha sido un aprendizaje sabroso y lo disfruto muchísimo", recordó.

Empieza el camino hacia Rusia 2018 y Guimaraes cree que el panorama pinta bien.

"Yo lo veo bien, sobre todo porque tal vez sea el mejor momento de este grupo que Óscar (Ramírez) acaba de escoger. Ya es un grupo totalmente consolidado, que ha pasado por estas batallas que nunca son fáciles", analizó.

"Me parece también que hay una mezcla interesante después de los análisis y las pruebas que se hicieron posteriores al Mundial del 2014", agregó.

Según Guima, el hecho de arrancar en casa también es un punto a favor de Costa Rica.

"Esta cuadrangular va a tener un tipo de juego entre comillas más fácil para los que están a cargo, porque se mete casi todo dentro de una escuela, que es la caribeña y la panameña, así que desde ese punto de vista me parece que es más sencillo trabajar sobre eso", destacó Guima, quien quiere gritar goles el viernes.

Rodolfo Villalobos se siente tan responsable como Óscar Ramírez

POR FANNY TAYVER / fanny.tayver@nacion.com

Era tesorero en los procesos hacia Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Ahora, Rodolfo Villalobos inicia la ruta hacia Rusia 2018 desde la presidencia de la Federación Costarricense de Fútbol.

Él es quien tiene que dar la cara ante cualquier situación y por eso confiesa que se siente tan responsable de la Sele como el mismo Óscar Ramírez.

“Las decisiones en una eliminatoria normalmente recaen sobre el presidente. Yo antes estaba en una posición en que la responsabilidad era la parte económica; ahora es diferente. Se vive completamente distinto porque uno carga con toda la responsabilidad junto al técnico”, citó Rodolfo Villalobos.

Pero, liderar la cúpula de la Federación no lo priva de vivir el fútbol a su estilo.

Destacó que él no se inhibe. “Vivo los partidos intensamente, porque soy un apasionado”.

Según Villalobos, las sensaciones son más que buenas para el inicio de la eliminatoria por lo visto en los últimos dos fogueos.

“Creo que hicimos un extraordinario juego en Estados Unidos (1-0), pero el mejor fue contra Sudáfrica (0-1). Aunque perdimos, fue una lección para todos, para los futbolistas, los dirigentes, el entrenador... Es una similitud de muchos de los partidos que se van a presentar aquí en Costa Rica, así que creo que el ensayo con Sudáfrica es el que más enseñanzas nos pudo dejar”.

En contacto. Rodolfo Villalobos trata de mantenerse muy cerca de los jugadores y cree que esos lazos de confianza son claves.

“Después de ver el trabajo de Óscar (Ramírez) y la compenetración que tienen los seleccionados con él, tengo la tranquilidad de que dándoles las condiciones, vamos a sacar adelante la clasificación a la hexagonal, que no es fácil”, argumentó.

Y agregó: “Los equipos que nos tocan son dos cuadros del Caribe (Jamaica y Haití) que han venido creciendo, que han hecho buenas Copa Oro, y Panamá, que siempre es un rival respetable, importante, pues tiene buenos jugadores, pero yo confío más en lo que tenemos nosotros”.

Ambición. Para los partidos del viernes contra Haití, en el Estadio Nacional, y del martes en el Rommel Fernández ante Panamá, Villalobos pronostica dos triunfos de Costa Rica.

“Me encantarían los seis puntos para pasar una Navidad tranquila, confiados, pero yo creo que tenemos la obligación de ganar en casa, sacar los tres puntos, eso no tiene vuelta de hoja. Hay que ganar en casa y sacar un buen resultado en Panamá, porque allá nunca nos ha ido mal”, expresó.

Sin entrar en la táctica, Villalobos asegura que los ticos están en un buen momento.

"Prácticamente Joel (Campbell) está jugando, Celso (Borges) es titular, Bryan (Ruiz) viene actuando bien”, acotó, para afirmar que uno de los mayores aciertos de la Fedefútbol, de cara a este arranque eliminatorio, fue la contratación del Macho.

"Óscar ha sido muy inteligente en sus convocatorias, en su forma de aprovechar todo lo que había trabajado este grupo.

"Se inicia con las condiciones que hemos negociado, que ellos saben que tienen. Todos nuestros jugadores con vuelos mayores de cinco horas, viajan en clase ejecutiva, con tiempo. Tenemos un equipo de trabajo profesional apoyándolos”, concluyó.