La mágica Tricolor de Brasil vuelve hoy al ruedo con la carga de la obligación

El mágico equipo de Brasil se enfrenta hoy a su primer prueba luego del Mundial

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La Selección Nacional medirá fuerzas este viernes por la mañana ante el modesto Omán, el primer rival que convoca a prácticamente toda aquella mágica Tricolor que hizo historia en el pasado Mundial de Brasil.

Será ese, el escalafón 76 en la clasificación de la FIFA, el que a partir de las 8 a. m. ponga a prueba las enseñanzas y crecimiento de un combinado que después de esa cita suramericana dejó el listón demasiado arriba.

A pesar de lo dispar que la lógica le imprime al pulso, el conjunto asiático aparece como el primer examen de la Tricolor en esa pesada tarea de demostrar que lo que pasó en Brasil no fue obra de la casualidad o la fortuna, ni que tampoco se debió solo al libreto y tozudo trabajo de Jorge Luis Pinto.

Por eso hoy en el Sultan Qaboos Sports Complex la Sele no podrá conformarse con la “simplicidad” del triunfo, importante como siempre pero apenas una marca en la lista de lo esperable.

Si bien Paulo César Wanchope le apostará a varias caras nuevas en su titular y a una línea de cuatro que se aparta del sistema que acompañó a la Tricolor en Brasil, el once que hoy defenderá la reputación de esta Costa Rica tiene a la mayoría de lo mejor que el fútbol costarricense ofrece.

Christian Gamboa, Óscar Duarte, Junior Díaz, Yeltsin Tejeda, Celso Borges y Bryan Ruiz fueron todos titulares en Brasil y repetirán ese privilegio hoy; mientras que Roy Miller, también con el cartel mundialista, tapará el espacio que dejaron las ausencias de Giancarlo González o Michael Umaña en la zaga.

Esteban Alvarado estará en la portería y Juan Bustos Golobio acompañará a Ruiz en la media, dejando a Álvaro Saborío y John Jairo Ruiz como punta de ataque.

Si a eso se le suma el lujo de dejar en el banquillo a nombres como el de Joel Campbell y Keylor Navas, queda claro de dónde parte toda la exigencia que hoy existe por imponer condiciones ante Omán.

Apuestas. Paulo César Wanchope auguró en la previa un juego de posesión para la Sele , la apuesta lógica cuando se espera que el rival ceda toda la iniciativa, ya sea por decisión o bien por imposición.

En ese aspecto la línea de cuatro es entendible: da pie a la incorporación y talento de Golobio a la par de Ruiz y le imprime una dinámica diferente a un equipo que, diferente al del Mundial, no está pensando en tener que aguantar atrás.

Si bien está aún por ver la factura que pueda pasar la alta temperatura, esa tenencia del balón y la profundidad del banquillo podrían resultar en los paliativos justos para el esperable desgaste físico.

Además, el regreso de Saborío al frente de ataque añade la variante del juego aéreo en el repertorio de esta Sele , que a pesar de que ganó y gustó apostándole a la velocidad y el contragolpe, tiene luz verde para el ensayo, pues al final de cuentas para eso están estos fogueos.

Pero amén de pruebas y ensayos, la consigna palpable en cada jugador parece ser la misma, la de resguardar y mantener en alto el buen nombre que dejó el Mundial y ese estatus que da decirse 15 en la clasificación mundial.

Todo eso se jugará hoy en el lejano Omán, el destino exótico que albergará el antepenúltimo juego de la Sele en este inolvidable 2014.