Jefferson Brenes corrió a festejar su gol, lo gritó con el alma y de paso le envió un mensaje a los hondureños. El volante, quien fue sorpresa en la formación de la Selección de Costa Rica, pero hizo un gran partido, se llevó el dedo a la boca, en clara señal a los catrachos para que guardaran silencio.
Brenes hizo el tercer gol de la Tricolor, fue al minuto 56, sacó un remate fuera del área y su tanto provocó la furia de los aficionados hondureños, quienes fueron mayoría en el Toyota Stadium.
“Estoy contento por el gol y felicitar a los compañeros porque se hizo un gran trabajo. Creo que algunos no nos tenían, fe, pero esto es fútbol y todo puede pasar. Desde que salimos de Costa Rica estábamos convencidos de que queríamos ir a la Copa América, que es un sueño estar ahí”, dijo Jefferson Brenes en Radio Columbia.
Cuando Jefferson corrió a celebrar, se unieron sus compañeros y desde las gradas vino la lluvia de vasos y cualquier objeto que los seguidores de Honduras tenían en las manos y los lanzaron contra los seleccionados ticos.
Brenes expresó que se debe darle espacio a la Selección para que afine la idea de Gustavo Alfaro y mejorar, porque según comentó cuando se juega a nivel internacional se siente el cambio. Jefferson resaltó que la prensa debe apoyar más, sobre todo a los jóvenes, y destacó que el técnico lo felicitó por su trabajo en los entrenamientos y comentó que iba a ser el encargado de la táctica fija y que hiciera los tiros libres como los hace en Saprissa.
Jefferson Brenes sonrío y haciendo la señal de silencio, les dijo a los hondureños que nada tienen que festejar. Incluso, en los primeros minutos del partido, los aficionados cantaban el ole, ole, pero con tres goles, la Selección Nacional, les amargó cualquier fiesta tempranera.
El gesto de Brenes bien vale para la misma prensa de Honduras, que previo al encuentro se dio gusto con informaciones minimizando a la Selección.