Hace un año la Sele entró al Olimpo

El 29 de junio de 2014, la Tricolor hizo un esfuerzo impresionante al jugar con un futbolista menos durante 55 minutos. Después Grecia empató en el minuto 90 y en la tanda de los penales Keylor Navas y Michael Umaña se vistieron de héroes

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Un día había que desempolvar el manual del sufrimiento, en el que el corazón termina en la mano y la angustia carcome las entrañas.

Un día había que revivir aquellos juegos que se llevan al límite del infarto y parecen interminables hasta que el juez toma la pelota y acaba la faena.

Un día había que volver a sentir las manos frías en la ruleta de los penales, la vía más extrema posible para resolver un partido.

Un día había que expulsar el grito del gol con todas las fuerzas posibles, abrazarse con quien fuera fuera y sentir de nuevo el orgullo de haber nacido en Costa Rica.

Todo gracias a una Sele que entregó en la cancha hasta la última gota de sudor posible, luchó en la adversidad y sacudió todos los cimientos del Mundial.

Aquel 29 de junio de 2014, en el Arena Pernambuco, el equipo dirigido por Jorge Luis Pinto demostró que no solo en las maduras hay felicidad sino que cuando el panorama se oscurece también hay hombría para sacar la casta.

Para la Tricolor no fue sencillo jugar 54 minutos con un hombre menos, aguantar las embestidas griegas y contraatacar con las piernas pesadas por el esfuerzo.

Lo vivido aquella tarde con la Sele fue como subirse a una gigantesca montaña rusa.

El gol de Bryan Ruiz fue lo más parecido a estar en la cumbre, pero la expulsión de Óscar Duarte y el empate al minuto 90 de los griegos representó el vacío del súbito bajonazo.

Sin embargo, el éxtasis de ver a Keylor Navas estirándose para tapar un penal puso todo de nuevo en el punto más alto.

Hombría y coraje. El equipo patrio tuvo los arrestos para reponerse de aquella puñalada en el corazón cuando parecía que el boleto a cuartos estaba amarrado.

Lo hizo porque Keylor Navas blindó de acero su arco, porque la defensa se multiplicó al máximo para ganar la batalla, porque Celso no perdió combustible y porque Joel, con el peso del esfuerzo encima, picó una y otra vez para inquietar a los "dioses" griegos.

¿Vale la pena sufrir así? Sí, en especial cuando la historia se escribe con gallardía, coraje, valentía y sobre todo con orgullo. Todos elementos que acompañaron a los francotiradores que asumieron el reto de lanzar los penales y concretarlos todos.

Celso, Bryan, González, Campbell y Umaña dieron un ejemplo de convicción y seguridad en momentos de apremio.

Valió la pena el sufrimiento, el sudor en las manos, la angustia extrema y el suspenso desde el manchón blanco.

El 29 de junio de 2014 el mundo entero habló de Costa Rica por un grupo de jugadores que llegaron al país del futbol a escribir sus nombres en la inmortalidad.

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