El astro suizo que puede destruir las esperanzas ticas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ningún jugador suizo tiene la misma popularidad en la afición de su país como Xherdan Shaqiri.

El medio punta derecho se ha convertido, en la última década, en uno de los representantes más ilustres en la historia del balompié helvético, aunque su carrera haya sufrido varios altibajos.

Shaqiri nació en Kosovo en 1991 y su familia emigró a Suiza cuando él tenía solamente dos años. Es uno de este grupo de futbolistas a los que la apertura suiza les dio la oportunidad de formar una de las selecciones más heterogéneas y multiculturales en el mundo.

Junto con Shaqiri hay otros, como por ejemplo el astro Granit Xhaka o el mediocampista Dzemaili, cuyo origen es Kosovo.

Xhaqiri creció en un rancho en medio de una familia modesta en las afueras de la ciudad suiza de Basilea.

A los 17 años debutó con el FC Basilea y desde allá comenzó a lucir su estrella. Teniendo menos de 20 años ya había ganado, con el FC Basilea, el campeonato suizo tres veces consecutivas y en dos ocasiones la Copa de Suiza. En poco tiempo el joven atacante se convirtió en el máximo ídolo de Suiza.

Lo que hace a Shaqiri tan popular en Suiza, no son solamente sus goles y su clase con la pelota, sino también su carácter humilde y su forma abierta, simpática y sonriente de tratar a los aficionados, que cariñosamente lo llaman Shaq.

El astro quien admira las películas de Leonardo DiCaprio y la cocina tipica de Albania, preparada por su mamá, se presenta siempre bien vestido. A Shaqiri le gusta lo relacionado a la ropa desde el momento en que estudiaba modas, lo cual interrumpió para dedicarse al fútbol profesional.

En la cancha Shaqiri, quien juega de mediocampiasta o de puntero derecho, ha enloquecido a su afición con jugadas sensacionales que serán inmortalizadas en la historia del fútbol suizo.

En la selección mayor hizo su debut en 2010. Shaqiri formó parte de la plantilla suiza en Sudáfrica, pero la joven esperanza solo jugó 12 minutos en el último encuentro contra Honduras.

En 2012 fue fichado por el Bayern de Múnich y conquistó dos veces el torneo nacional y la Copa Nacional y logró ganar la Copa de Campeones junto con Ribery y Roben. Pero a pesar de su talento, Shaqiri sintió por primera vez que su carrera se presentaba más difícil que la esperada.

De repente se encontró durante varios partidos como suplente y después de dos años el Bayern lo cedió al Inter de Milán. Después de solo seis meses, durante los cuales Shaq anotó nueve goles para el conjunto italiano, fue vendido al Stoke City, un equipo en la provincia futbolística de Inglaterra.

Shaqiri dice que la experiencia en Stoke fue tremendamente valiosa porque uno tiene que ser altamente responsable en un equipo de menor calidad. A pesar de dos excelentes temporadas, la pasada con 12 goles, Shaqiri no pudo evitar el descenso del Stoke City. Y En la próxima campaña seguramente vestirá la camiseta de otro club, de preferencia en Inglaterra, porque opina que la Premier League es una de las mejores ligas en el mundo.

Ahora Shaqiri tiene 26 años y tendrá que organizar su futuro. En el pasado lo solían llamar El Messi de los Alpes porque además de tener similitudes físicas con la estrella argentina –los dos son zurdos y miden solamente 1.69 metros–, muestra un fútbol de gran clase.

Con 26 actuaciones con la selección suiza, Shaqiri pertence ahora a un grupo de jugadores que forma parte de la base de la Nati en el Mundial de Rusia.

Shaqiri logró una hazaña histórica en el Mundial 2014 al marcar tres goles en el mismo encuentro, convirtiéndose en el jugador número 50 en hacer una tripleta durante un campeonato del mundo. Y el acrobático gol frente a Polonia, en la Euro del 2016, fue otro testimonio de su clase.

En Rusia, las posibilidades de la pequeña Suiza dependen mucho de Shaqiri.

Si la pulga suiza encuentra su nivel y lo combina con la eficacia del motor Granit Xhaka, Suiza puede poseer una arma para inquietar a Costa Rica cuando los dos equipos se enfrenten, en el último partido del Grupo E en la ciudad de Nishi Novgorod, el 26 de junio.