¿Cómo negocian entradas los revendedores a pesar de tener código QR?

Quienes venden boletos frente al Estadio Nacional aseguran que se la ‘jugaron’ y compraron con antelación para el partido ante Estados Unidos. Uno de ellos explicó a ‘La Nación’ cómo hacen la transacción

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Horas antes del enfrentamiento entre Costa Rica y Canadá, sentados bajo un árbol frente al Estadio Nacional, los revendedores no solo ofrecían los boletos para el duelo ante los canadienses, sino además cruzaban los dedos para un triunfo de la Tricolor, como finalmente sucedió.

Y es que algunos ya habían comprando las entradas para el duelo ante los Estados Unidos, con el fin de poderle sacar una ganancia superior a la que tuvieron frente a Canadá, cuando aquellos tiquetes que valían ¢10.000 en gradería de sol, los vendieron en ¢30.000, y los de sombra, que tenían un costo de ¢15.000, los negociaron en ¢50.000.

Con gorra blanca, pantalón corto de mezclilla y camisa roja de la ‘Sele’, uno de los revendedores, quien prefirió no dar su nombre, sostenía en sus manos unos folders donde portaba las entradas y de paso negociaba con sus amigos para conocer qué necesitaba o bien si habían vendido aquellos boletos asignados.

Miraba a su alrededor “supervisando” qué hacían sus compañeros, observando los automóviles que paraban a preguntar por los precios y conversando con algunos de ellos. Unos tienen los boletos, mientras otros se encargan de colocarlos y obtener su ganancia, tras la transacción.

“Yo me la jugué, compré unas 50 entradas para el partido contra los Estados Unidos, sé que algunos compraron más. Me ayudaron familiares y amigos a quienes les pagué hasta ¢10.000 para que las compraran. Es cuestión de confianza, porque igual hace tiempo que trabajo con ellos. Son familia, amigos y vecinos en quienes uno confía para que le hagan la compra”, explicó el comerciante.

Con varios años de estar revendiendo entradas para diferentes eventos deportivos y artísticos, confesó que durante la pandemia fue duro, pues hay personas que viven de la reventa, aunque en su caso prefirió no contarnos en qué trabaja cuando no está frente al Estadio Nacional.

¿Y los códigos?

Pero la gran duda saltó al consultarle cómo hace para comprar entradas mediante un amigo o familiar y la vende a un tercero, debido a que el boleto tiene un código QR y está asignado a determinada persona que incluso debe retirarla con la cédula de identidad.

“Por eso digo que tiene que haber confianza, esa persona me entrega el boleto y después lo vendemos a otras personas que conocemos, con las cuales hicimos negocio en el pasado y saben que no los vamos a engañar”, contó.

No obstante, le insistimos y le ponemos de ejemplo que si el boleto va a nombre de una mujer y se la compra un hombre (cómo observamos en las que nos enseñó), ¿cómo va ingresar si le piden la cédula de identidad o el pasaporte?

“Debido a que las puertas se abren dos horas antes, para evitar la aglomeración, lo que están verificando es el código QR de la entrada y de la vacunación completa, no están pidiendo la cédula porque la gente es demasiada y no podrían revisarlos a todos, porque mucha gente no va a poder ingresar a tiempo para el inicio del partido”, enfatizó.

“En los puestos le dan prioridad a revisar que el boleto no sea falso, que sea legítimo y que la persona esté vacunada, entonces la gente ingresa sin problema. Además los que venden se paran frente a los ingresos para que la persona que la compró sepa que no la estábamos engañando o robando, esto es un asunto de confianza”, afirmó.

El vendedor explicó que ellos están allí para que los aficionados no sientan que los van a timar, todos se conocen y si pasa alguna estafa, como sucede a través de redes sociales, todos los revendedores pierden.

“Para el concierto de Coldplay había gente que vendía entradas por internet, incluso más baratas, pero al final fue una estafa, muchos fueron afectados, incluso me atrevo a decir que más de un revendedor también fue timado. Por la cantidad de gente que compró o al menos preguntaba por precios, creo que ese estafador pudo tener una ganancia de entre ₡6 millones o ¢9 millones”, manifestó ‘el comerciante’.