Al banquillo de Costa Rica le faltó dirección y argumentos

La Selección de Costa Rica volvió a emplear la “táctica” de jugar con el corazón, luchar cada balón y aguantar los embates del rival, pero esta vez no le alcanzó para dejarse otro punto en su tercera visita de la eliminatoria

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La Selección de Costa Rica necesitaba un partido de 65 minutos o menos para llevarse algo de la ciudad de Columbus, donde este miércoles perdió 2-1 ante Estados Unidos y vuelve a evidenciar que el boleto al Mundial de Catar 2022 es una tarea titánica para los dirigidos por Luis Fernando Suárez, quien como “guía” tiene una enorme cuota de responsabilidad.

A este equipo le faltan ideas, hombres gol, entender a qué juega, un técnico con lectura de partido, condición física... y todo eso le afectó ante el conjunto de las barras y las estrellas, con veinteañeros talentosos y, como se dice popularmente, con mucho aire y piernas. Eso sí, también organizados en una mejor propuesta.

Del otro lado el estratega colombiano parecía quedarse sin argumentos para darle otra cara a la Tricolor cuando pasó de defender un empate con uñas y dientes a tener la necesidad de levantarse del segundo gol en contra (65′). Había tiempo, pero no argumentos.

Los llamados de Christian Bolaños y Álvaro Saborío no fueron para rellenar y Suárez dejó claro que en su equipo se sobrepone la experiencia sobre cualquier otra característica. Esas dos cartas, más la altura de Kendall Waston, se convirtieron en los últimos recursos para intentar rescatar el ansiado punto.

Era evidente la intención: Bolaños cobra bien tiros libres, podía hacer centros precisos y con la altura de los demás ir a buscar la salvación. Nada de esto nos suena extraño, algunas personas podrán estar de acuerdo, otras no, lo cierto es que si esa era la táctica, pudo hacerse mucho antes.

Jugar a la lotería en ocasiones también requiere planificación y el reloj se agotó, porque Estados Unidos también se encargó de cuidar la pelota durante esos minutos. La suerte ya estaba echada; en seis o diez minutos hubo pocas oportunidades.

No podría decirse que estar en desventaja era un escenario impensado para Costa Rica, que después del tanto de Keysher Fuller, apenas en el primer minuto, le tocó aguantar, soportar... la mayoría del partido. Básicamente lo que ha tenido que hacer en esta eliminatoria. Ese método le dio buenos réditos ante Panamá, Honduras e incluso por momentos ante El Salvador. Sin embargo, esta vez era muy diferente.

A los ticos les tocó correr tras el balón durante gran parte del tiempo, echar mano de su garra, corazón y coraje para defender a como diera lugar, pero conforme pasaban los minutos era más notable que el desgaste físico pasaría factura. Celso Borges y Bryan Ruiz necesitaban apoyo o del todo irse al banquillo para refrescar el medio campo.

Si el juego hubiera sido de 60 minutos el negocio pudo tener una buena recompensa, tal vez no lo ideal, aunque sí buena: un punto más como visitante y seguir esperando para recuperar lo perdido en casa.

Pero volvamos a la realidad. Tanto insistió y controló la selección local que parecía casi imposible sostener ese 1-1. Ya ni siquiera estaba en cancha ‘San Keylor Navas’, a quien recurre el equipo cuando parece tener el agua hasta el cuello.

El guardameta salió de cambio en el descanso por una molestia en la cadera y su ausencia inmediatamente genera tranquilidad en el rival, que anotó el 2-1 al primer palo de Leonel Moreira, tras una mala salida de Fuller.

A partir de ese momento ya Costa Rica no quería que acabara pronto el partido, ahora necesitaba cambiar su estrategia y buscar el 2-2. Llegarían las variantes de hombres e ideas. Eso pensamos...